"Con 50% de pobreza, Paladini apuesta a cubrir toda la pirámide de consumo"

En medio de un panorama recesivo y de baja en las ventas, la alimenticia Paladini buscó alternativas para expandir su negocio, llegando a distintos segmentos, diversificando su oferta e, incluso, buscando nuevos mercados. En los últimos días anunció una inversión de u$s 21 M para construir una nueva planta de cocidos y ampliar la de salchichas, ubicada en Villa Gobernador Gálvez.

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes, de 10 a 12, por Meridiano 107.1), Gustavo Bonvechi, gerente general de Paladini, brindó detalles sobre el proyecto de la firma para exportar sus productos a Uruguay, una alternativa para compensar la caída del consumo interno.

- ¿Cómo surgió la idea y qué expectativas tienen?

- Las expectativas son importantes. Esto surge a partir de que se nos abrió la puerta a cuatro empresas argentinas para exportar a Uruguay, un mercado que siempre fue cerrado para el país. Y nos fue bien a partir de la habilitación de la planta que tuvimos. Nosotros viajamos la semana pasada y logramos cerrar ya unas 140 toneladas que van a salir en junio hacia Uruguay. Las expectativas son altas, porque si bien Uruguay tiene 3 M de habitantes, tiene una importación de 50 M de kg de carne de cerdo. Es un mercado muy interesante.

- ¿Son cortes que viajan envasados?

- Son cortes de cerdo congelados. Y la gente con la que trabajamos en Uruguay está muy interesada en la marca, en productos nuestros terminadose. Estamos abiertos. Ya hace mucho tiempo que pasamos a ser una empresa de alimentos, y todo lo que es productos terminados en góndola nos interesa mucho. Tenemos varias alternativas.

- Estos productos entran sin marca. ¿La idea es poder colocarlos con la propia marca?

- Se abren dos negocios: uno va a ser la exportación de materia prima para fabricación de embutidos con su marca, y otro negocio es exportar cortes, que pueden ser cortes de cerdo con marca y también productos terminados. Estamos evaluando alternativas con ellos, nos reunimos con los frigoríficos más importantes de Uruguay la semana pasada y está abierta esa posibilidad.

- ¿Esto lo toman como un paliativo en función de un mercado interno que tiene cifras pobres?

- Es una bocanada de aire que no viene mal para afrontar esta transición que vive el país. Nosotros estamos abocados a pasar esta etapa sosteniendo toda nuestra estructura. Somos una empresa integrada verticalmente, que va desde el grano hasta el final en la góndola del consumidor, y para eso se necesita una estructura muy grande. Los dueños tienen la voluntad de quedarnos así, y para eso este tipo de oportunidades que se nos dan en Uruguay es una bocanada de aire fresco. Nos viene bien para soportar la temporada. No estamos ajenos al contexto: un mercado interno muy recesivo, fundamentalmente desde enero hasta esta parte. Se ha sentido mucho.

- ¿Qué perspectivas tienen para la segunda parte del año?

- Cerramos mayo en un dígito de atraso versus el año anterior, lo cual no es malo para el consumo masivo. La mayoría de las empresas están en dos dígitos para arriba en la medición interanual. Pero nosotros creemos, de acuerdo a lo que vemos en el mercado y hablando con consultores, que nos queda un junio y julio muy duros, y vamos a empezar a ver brotes recién a partir de agosto o septiembre, con suerte. Vemos todavía tres meses donde vamos a tener que pelearla mucho desde el consumo interno.

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