Santafesino tiene la fórmula de la miel en cápsula y fichó fondeo clave

La miel es muy valorada por sus propiedades nutricionales y se utiliza en todo el mundo ya sea como saborizante, brebaje o medicamento. En laboratorios de Zárate, pero con el desarrollo liderado por un santafesino se producen -todavía en fase experimental- cápsulas blandas de miel pura y orgánica con un costado terapéutico. Su formulación es para ingesta directa o bien para diluir en infusiones calientes. 

El proyecto nació bajo el programa Emprende EBT 2021, diseñado por el gobierno provincial junto a la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación (Asactei) y el Ministerio Provincial de Ciencia y Tecnología, y recibió un fondeo clave por $2 M. Detrás está Julián Galbusera (34). Oriundo de la localidad de Cañada Rosquín pero con asiento en Rafaela, viene de una familia de productores agropecuarios y es Licenciado en Administración Rural. “Ver cómo trabajan la miel en Canadá, país que produce y la consume mucho, me despertó una gran inquietud”, reconoció sobre la génesis de su idea. 

Actualmente, este desarrollo de cápsulas blandas de miel orgánica pura y sin TACC se encuentra en fase investigativa y por lo menos faltan dos años para que vea luz. “El producto va a salir con un sello farmacológico y de Senasa, ya que queremos fomentar el consumo de miel como alimento nutraceútico. Anteriormente fui un pequeño apicultor y sé que el polen le aporta todas las sustancias a la miel, desde analgésicas hasta antiinflamatorias”, explicó Galbusera a Punto biz.  

Con el objetivo de que se derrita en infusiones calientes a más de 45 grados, la gragea endulzante cubierta por gelatina se podrá utilizar como un alimento energético o como antiácido estomacal, para tratar afecciones respiratorias o intestinales,entre otras. “En otros países dio frutos. Queremos brindar un alimento nutritivo que le aporte al organismo propiedades como vitaminas y minerales, preservando todas las cualidades de la miel pura”, detalló el joven. Como si fuera poco, este proyecto también tiene impacto social ya que intentará que el envoltorio sea comestible, con el fin de no contaminar el medioambiente. 

La cápsula blanda se desarrolla en el laboratorio Dromex de la ciudad de Zárate, en la vecina provincia de Buenos Aires. En el proyecto también se encuentra trabajando IncuVa, la incubadora de emprendimientos agroindustriales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Rafaela, que se encarga de analizar técnicamente las propiedades nutraceúticas y terapéuticas de las mieles antes de que vayan al laboratorio. “Pero la idea de este proyecto aún no terminó”, remarcó Galbusera. Es que buscan sacarles el líquido a las grageas y transformarlas en polvo, con el objetivo de concentrar aún más las vitaminas y minerales del producto.