Postergan suba del impuesto a los combustibles hasta después de las elecciones

El Gobierno volvió a aplazar la actualización del impuesto al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que debía aplicarse este martes 1° de octubre. La medida se oficializó a través del decreto 699, publicado en el Boletín Oficial, y traslada el ajuste para principios de noviembre, una vez pasadas las elecciones.

Desde la Secretaría de Energía explicaron que el objetivo es “continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible”, aunque reconocieron la necesidad de diferir nuevamente los incrementos pendientes. El aplazamiento busca evitar que en un mes electoral se trasladen aumentos al precio de las naftas y el gasoil, dado que los impuestos sobre los combustibles impactan de manera directa en los valores al surtidor.

En septiembre, el Ejecutivo había autorizado un incremento parcial del 0,8% que ya se reflejó en las estaciones de servicio. Actualmente, en la Ciudad de Buenos Aires, el litro de nafta súper de YPF cuesta alrededor de $1402. Además, a mediados del mes pasado, el Gobierno fijó una suba del 4% en los biocombustibles que se mezclan de forma obligatoria con naftas y gasoil, tanto en el bioetanol de caña y maíz como en el biodiésel.

De no mediar una nueva postergación, a partir del 1° de noviembre se aplicará la actualización completa de los impuestos pendientes de 2024 y de los primeros dos trimestres de 2025. Según lo dispuesto en el decreto, esta estrategia de diferir aumentos ya se utilizó en 16 oportunidades desde mediados del año pasado con la intención de atenuar el impacto en la inflación.

En paralelo, YPF modificó desde fines de julio su política de comunicación sobre precios. La petrolera dejó de informar los aumentos mensuales y adoptó un esquema variable según cada estación de servicio, eliminando la referencia única que regía a nivel nacional y haciendo que el valor final dependa de cada punto de venta.