No da para más: los proveedores congelan y bajan los precios por la recesión

Si el "no hay plata" pasará a la historia no será solo por lo pegadizo de la frase: la caída en las ventas minoristas va del 40% al 60% según el sondeo de Punto biz a empresarios de diferentes rubros de la actividad económica, comparando el marzo que termina con el mismo mes de 2023.

Frente a un consumidor con bolsillos dilapidados, y comerciantes y fabricantes sobrestockeados ante el apuro por quemar pesos el año pasado, los proveedores se quedaron sin tela y, de la mitad de marzo en adelante los precios de las materias primas y los productos mayoristas comenzaron a retroceder, según pudo confirmar Punto biz. Aparecieron listas congeladas y hasta con bajas en diversos rubros, en sintonía con el tirón de orejas del ministro Caputo a aquellos que en cambio de "sincerar" precios por unidad lanzaron una batería de 2x1 y descuentos en la segunda unidad y la decisión de facilitar importaciones en rubros como supermercado. El Gobierno quiere que el IPC registre la baja que pusieron en marcha los proveedores ante la escasez de la demanda.

Cada sector tiene su particularidad, por eso Punto biz contactó a un grupo de empresarios representativos en la ciudad y les preguntó por la evolución de los precios de sus proveedores. 

Sergio Cassinerio, titular de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario y directivo de La Reina, analizó: "Después de un período en el que hubo un aumento de precios casi sin control, ahora se ve un amesetamiento y se empiezan a notar algunas bajas de precios. El azúcar por ejemplo viene bajando en los últimos días, la harina se está ofreciendo un 12% más barata y el arroz retrocedió mucho, un 30%. Ahora bien, hay que decir que esta no es la respuesta a un plan económico, sino a un mercado completamente recesivo". 

Respecto de la estrategia del Gobierno de abrirle la puerta a los productos alimenticios importados para que compitan en precio, Cassinerio aseveró que aún no se ve el impacto. "La importación de alimentos que aún no estaban en le mercado no se resuelve en un par de días, la mercadería tiene que pasar un montón de controles y las empresas tienen que resolver una serie de trámites antes de que el producto te llegue al depósito. Sí es cierto que los importados que ya estaban en góndola, ante el último acomodamiento del dólar, ganaron cierta competitividad respecto del resto. Allí también ocurrió que hubo un sinceramiento de los importadores, mucho de los cuales se venían fondeando con un dólar a $1.400", reclamó. 

Juan Carlos Dericco, dueño de la cadena de tiendas de artículos por el hogar que lleva su apellido, prefiere hablar de un estancamiento de los precios que, en su opinión, responde al sinceramiento de la economía: "Creo que hoy somos más confiables, tenemos un rumbo y eso hace que los precios se vayan amortizando", señaló. En su rubro, dijo, "más que bajas hay un estancamiento, porque mientras que el IPC sigue avanzando, los precios de los proveedores del sector no aumentaron del 10 de marzo en adelante". Si hubo una bajada, calcula, ronda los 10 puntos porcentuales, pero no es generalizada. "En algunos casos hoy estamos comprando con precios de enero", admitió.

El segmento en donde los precios se ajustaron más, según Dericco, es la línea blanca (heladeras, lavarropas, etc), segmento en el que la industria nacional tiene una incidencia mayor. Además, el empresario se adelantó a un invierno de precios acomodados a la coyuntura: "Creo que los precios de los productos de calefacción van a llegar completamente saneados. Todos estamos muy atentos a no seguir lapidando el bolsillo del consumidor", razonó, y apuntó un 50% de caída en las ventas frente a marzo de 2023. 

"El mayor alivio para el bolsillo del consumidor es la baja que hubo de las tasas de las tarjetas de crédito", concluyó.

Falta de demanda + sobrestock

La Cámara de la Industria Maderera de la Argentina (Cima) había publicado un comunicado hace algunas semanas que señalaba una caída del 60% en las ventas del sector. En diálogo con Punto biz, César Federici, titular de la entidad en cuestión y dueño de Federici Amoblamientos, fábrica de Cañada de Gómez, advirtió sobre la aparición de los primeros despidos y sobre el peligro de que pare la producción. "Estamos complicados en varios frentes. Por un lado, cuando a la gente no le alcanza, prioriza primera necesidad y deja de comprar bienes durables como un mueble. Por el otro lado, al estar frenada la obra particular, porque se pararon las reformas y las ampliaciones y vienen para atrás todos los segmentos de la construcción, también nos vemos afectados los fabricantes de muebles", describió.

Sobre el precio de los insumos, reconoció la aparición de ofertas, y analizó las causas: "Por un lado tenés un sinceramiento, porque el año pasado, previo y posterior a la devaluación, hubo un aumentos fuertes. Además, el año pasado hubo muchas empresas que se sobrestockearon aprovechando el dólar bajo, como reserva de valor y hoy, con lo poco que venden, liquidan ese stock, lo cual desacelera la demanda al fabricante. Por eso aparecen rebajas, porque las empresas necesitan liquidez para afrontar sus costos", explicó.   

En el caso del rubro textil, Sergio Colatti, el dueño de This Week, también reconoció que están retrocediendo los precios de los insumos clave para la fabricación de ropa.“Ceden por defecto y no por virtud. Hubo mucho inescrupuloso que había calculado un dólar a $1.500 y hoy se está acomodando. En marzo hubo listas que vinieron con el 10% de descuento en denim y algodón”, admitió. Y agregó: “No solo retroceden en valores, también cambian los plazos de pago. El mismo que en noviembre o diciembre no te entregaba materia prima si no la pagabas en 10 días, hoy te ofrece cancelar una parte a 90 días”. 

En This Week, asegura Colatti, hace dos meses que no cambian los precios a público.

En la gastronomía el golpe es brutal, teniendo en cuenta se armó la tormenta perfecta: el impacto de la violencia en la ciudad, que no solo espantó turistas sino que también recluyó a los propios rosarinos, se sumó a la crisis económica. “Aunque nosotros trabajemos con rentabilidad casi nula, para el público igualmente es caro salir a comer en relación a su salario. Marzo contra marzo, hablamos de un 40% menos de público”, estimó Carlos Mellano, vicepresidente de la Asociación Hotelera Gastronómica y afines de Rosario (Aehgar). 

En materia de precios de proveedores, Mellano señaló que a partir de la semana pasada retrocedieron los fiambres, sobre todo el queso, y también las bebidas sin alcohol, “productos que venían con un colchón de precios impresionante”.

Hubo, además, hechos insólitos en relación a lo que venía sucediendo en materia de costos: “Quilmes había anunciado un aumento del 20% en los pedidos de febrero, y finalmente solo instrumentó un 7%. Creo que en ese rubro se ve un avance enorme de las segundas marcas”, comentó Mellano. Puso otro ejemplo que ilustra la merma de la demanda: “Hasta el año pasado, averiguabas para comprar un horno y te daban un plazo de entrega de cuatro a seis meses. Hoy lo comprás y te llega la semana que viene”. 

¿Terminará esta crisis con un tendal de bares cerrados? Mellano asegura que no es lo que ocurrió históricamente en otras épocas de malaria. “Usualmente se acelera el recambio de marcas, pero no se llega a ver un fenómeno de persianas cerradas en el sector, siempre hay alguien que invierte en el rubro incluso en épocas como esta, en el que al 80% de los gastronómicos no le cierran los números”, procuró.