Las cuarentenas subieron a la economía de Santa Fe a una montaña rusa

La segunda década del siglo veintiuno quedará marcada como una época de grandes enseñanzas para varias generaciones. Pocos años fueron suficientes para conocer un evento que difícilmente pueda volver a repetirse. La vida social y económica vibró al ritmo de las cuarentenas y de un estado de excesos de regulaciones.

Santa Fe no fue la excepción. Los meses (años) de pandemia, transitaron por senderos sinuosos. Mientras algunos sectores económicos sobrevivían, y aún podían crecer, otros se sumergieron en caídas jamás conocidas.

En efecto, podríamos sintetizar que el 30% de la actividad económica provincial cerró el primer año de pandemia con buenos resultados, en cambio, otro 70% no llegó a empardar el partido.

Entre los más afectados por la cuarentena y la recesión económica se encuentran las ligadas a la industria editorial, a los textiles y de marroquinería, y a la producción de vehículos automotor, con el 34,6%, el 31,5% y el 21,4% de retracción respectivamente. En contraposición, las empresas fabricantes de maquinarias agrícolas, lácteas y productoras de muebles y colchones, veían avanzar, un 25.8%,  18.4% y 6,6% respectivamente sus actividades en el primer año del  COVID 19. Pero los pesos y contrapesos de cada uno, hicieron que el volumen global de la industria manufacturera santafesina, se contrajera un 2,4% puesto que los platillos de la balanza se inclinaron hacia los desfavorecidos.

Al profundizar la perfomance de cada sector a lo largo de los 18 meses de cuarentenas intermitentes el recorrido fue desigual.

Las aperturas y cierres regulares, abrían y cerraban oportunidades, en tanto que, en otras circunstancias, los efectos de los encierros no generaron importantes cambios. Como una suerte de “elasticidad” a los encierros algunos sectores mostraron grandes variaciones: con subas y bajas importantes –con picos superiores a los 70 puntos porcentuales entre trimestres; otros presentaban oscilaciones leves –menores a 22 puntos porcentuales entre los picos y las caídas-y, finalmente, un grupo de actividades se comportaron con oscilaciones bajas que no superaban el umbral del 10% entre las caídas y recuperaciones. 

En efecto, entre los que lideraron las recuperaciones y las caídas con grandes oscilaciones, en Santa Fe, se encuentra la construcción, registrando caídas interanuales del 50% (2do TRI 2020) y recuperación del 21,3% nueve meses después (1er. TRI 2021). El ranking de “elasticidad” lo completa las actividades de servicios comunitarios (clubes, gimnasios, etc.) con caídas del 67.5% en el 2do TRI del 2020 y rebotes al -12,1% en el 1 TRI del 2021 y la cierra la actividad pesquera local, con pico de suba del 17.8% en el 3er. TRI 2020 y de caída sólo al siguiente trimestre del 21,8%. Tal como puede observarse, las caídas y recuperaciones, en algunos casos, pueden no compensarse, por lo que, a pesar de “avanzar” sólo llegan a pasar del quinto al primer subsuelo.

En otro extremo, las actividades con menores tasas de oscilaciones, la detentan, en primer lugar, el rubro educación con la mayor caída el 2do. TRI 2020 registrando un 9,1% y una recuperación, que recortó la caída al -2,6% en el 1er. TRI 2021. En segundo lugar, la actividad pública de administración y defensa con retroceso del 12,3% en el 2do TRI del 2020 y recortando caídas hasta el -4,5% del 2do TRI del 2021. El podio lo completa la intermediación financiera que registró un retroceso del -0,9% en el 2do TRI del 2020 y una recuperación del 8,8% en el 3er. TRI del 2020.

Sin dudas que la sensibilidad de los sectores muestra cambios difíciles de encontrar en otras circunstancias. Bruscas caídas y recuperaciones fuertes en cortos períodos de tiempo hacen suponer condiciones laborales y productivas cambiantes, que impactan en las dotaciones de personal, cumplimientos de obligaciones financieras, tributarias, y desarticulaciones con el resto de sus cadenas productivas. Cualquier minimización de lo transcurrido es, cuanto menos, una simplificación equivocada que conducirá a un diagnóstico erróneo. Llevará tiempo tener un diagnóstico acabado que la tragedia del Covid 19 causó en el tejido productivo santafesino.  

Por Cristian Módolo