La vuelta de tuerca que dio una firma rosarina para enfocarse en Vaca Muerta

En un contexto de reconversión industrial y apertura hacia nuevos mercados, la firma rosarina Moreno SC encontró una veta de crecimiento donde pocos imaginaban: el sector del oil & gas, particularmente en el sur del país. Con más de cinco décadas de trayectoria en el negocio autopartista, la empresa supo reorientar su know-how para diseñar y fabricar piezas altamente específicas, en lotes reducidos, destinadas a maquinaria que opera en zonas como Vaca Muerta.

“Tenemos presencia en Neuquén desde los años 80, inicialmente como proveedores de autopartes, y fuimos evolucionando con el sector. Desde 2010 empezamos a trabajar más fuerte en la línea no convencional, y hoy cerca del 50% de nuestras ventas se concentran en Neuquén, Río Negro y también algo en Chubut”, explica Diego Tarling, socio de la compañía, en diálogo con Punto biz.

Aunque su planta en Villa Gobernador Gálvez ocupa una superficie todavía limitada, Moreno SC logró posicionarse en un nicho donde el diferencial no pasa por la escala, sino por la capacidad de adaptación técnica. “Lo nuestro no es la producción en serie, sino los desarrollos a medida. Muchas veces se trata de piezas que no se consiguen localmente y que requieren diseño, ingeniería y adaptación para equipos traídos del exterior, que en algunos casos ingresaron al país en partidas de apenas diez unidades”, detalló.

Ese nivel de especialización no sólo los mantiene competitivos en un mercado complejo, sino que también justifica su modelo operativo. “Por el volumen y la logística, el grueso del trabajo lo hacemos acá. Tenemos vendedores neuquinos en la región, pero la producción sigue en Gálvez. Algunas tareas las tercerizamos, pero el fuerte nuestro está en la ingeniería y el diseño, más que en la maquinaria pesada”, afirma Tarling, quien además forma parte desde 2018 de la Mesa de Gas, Petróleo y Minería de Santa Fe, espacio creado para fomentar la vinculación de proveedores santafesinos con la industria extractiva.

La empresa nació en 1971 como distribuidora mayorista de autopartes, de la mano del abuelo y el padre de Tarling. Con el paso del tiempo, incorporó fabricación propia y orientó su oferta a la línea pesada y a componentes vinculados con la seguridad vehicular. El salto al negocio energético no implicó dejar atrás ese ADN, sino adaptarlo a nuevas exigencias.

“En los años más activos del sector, como 2018 o 2019, llegamos a operarun galpón exclusivo para almacenamiento. Pero con las oscilaciones del mercado, volvimos a una estructura más chica, lo que nos da flexibilidad. Hoy evaluamos ampliar superficie si la demanda se vuelve sostenida”, señala.

La estrategia de Moreno SC no consiste en crecer por crecer, sino en sostener un modelo rentable, con bajo riesgo operativo y alto valor agregado. “Muchas de las cosas que hacemos no las puede ni quiere hacer otra empresa. Son lotes chicos, muy específicos, con márgenes razonables pero sin escala. Nuestro diferencial está en que ya tenemos el vínculo, el conocimiento del sector y la capacidad de resolver problemas técnicos. Eso nos da ventaja”, reflexiona Tarling.

El presente del negocio está marcado por cierta meseta, producto de la incertidumbre política y macroeconómica. “Se nota que hay una espera hacia 2026. Las inversiones se enfriaron un poco, pero aun así el nivel de actividad en la cuenca neuquina sigue siendo mucho más alto que el que hay en la región centro del país”, compara.