Cuánto cuestan los mismos productos en comparación con otros nueve países

Mientras la economía argentina atraviesa una etapa de desinflación, mayor apertura comercial y cambios en el esquema cambiario, una pregunta vuelve al centro del debate: ¿qué tan caro es vivir y consumir en el país en comparación con el resto del mundo? Un informe privado pone números concretos a esa discusión y muestra fuertes contrastes según el tipo de producto.

Un estudio de la Fundación Mediterránea–Ieral, elaborado por los economistas Marcelo Capello y Federico Belich, comparó precios de bienes y servicios en Argentina durante diciembre de 2025 con los de otros nueve países de América, Europa y Asia. El trabajo también analiza cómo evolucionó la competitividad local a lo largo del año, en un contexto de inflación en baja y ajustes en el tipo de cambio.

Tipo de cambio real y Big Mac: dos termómetros de competitividad

Uno de los ejes del informe es el tipo de cambio real multilateral (TCRM), que permite medir si un país resulta caro o barato frente a sus socios comerciales. En diciembre de 2025, ese indicador se ubicó en $1.439, lo que implica una caída del 19,7% respecto del promedio de los últimos 25 años.

Aun así, el nivel actual sigue siendo más alto que en otros momentos históricos de atraso cambiario: está un 42,3% por encima de octubre de 2001, un 25,4% por encima de noviembre de 2015 y un 14% por encima de noviembre de 2023. En términos generales, Argentina se ubica cerca de un 20% por debajo de su promedio de largo plazo, aunque mantiene una competitividad mayor que en varios períodos pasados.

Como complemento, el informe recurre al índice Big Mac, que compara el precio de la hamburguesa más famosa del mundo. En enero de 2025, una Big Mac costaba en Argentina unos 7 dólares, un valor solo superado por Suiza. Sin embargo, con la suba del tipo de cambio, en julio el precio bajó a 5,1 dólares, ubicando al país en la mitad del ranking global, con valores similares a Australia y por debajo de Colombia, pero todavía por encima de Chile y Brasil.

Alimentos: Argentina, en una posición intermedia

En el rubro alimentos y bebidas, el panorama es más equilibrado. El relevamiento analizó diez productos en diez países y mostró que Argentina es más cara en el 39% de los casos. Brasil presentó precios inferiores en nueve de los diez productos comparados, mientras que en Chile y Polonia cerca de la mitad de los artículos fueron más baratos. En China, esa proporción llegó al 80%.

En contraste, en países como México, Estados Unidos, Australia, Francia y Corea del Sur, entre el 70% y el 100% de los precios relevados superaron a los argentinos. Dentro de la canasta analizada, el agua mineral aparece como uno de los productos más caros a nivel local, mientras que el queso, las papas y la carne bovina resultan relativamente más accesibles, en parte por la alta productividad agropecuaria y el impacto de los derechos de exportación.

Bienes durables e indumentaria: el talón de Aquiles

Donde Argentina sigue perdiendo claramente es en bienes durables, indumentaria y calzado. En este segmento, el país encabeza el ranking de precios más altos en el 81% de los productos analizados, aunque con una leve mejora frente al 90% registrado meses atrás.

Autos, motos, electrodomésticos, ropa y calzado se venden a valores muy superiores a los del resto de los países comparados. Según el informe, la principal explicación está en la combinación de alta protección comercial y una pesada carga impositiva, que incluye derechos de importación, IVA, Ingresos Brutos y otros tributos que encarecen los precios finales.

Tres productos se destacan por ser los más caros del grupo comparado: la freidora de aire, los vestidos y las zapatillas deportivas. Aunque son bienes transables, que deberían tener precios similares en dólares, las políticas comerciales y fiscales locales amplían la brecha.

Servicios: más caros que en la región, más baratos que en países desarrollados

En el caso de los servicios personales y familiares, Argentina resulta más cara en el 32% de los ítems analizados, una proporción menor a la registrada meses atrás. Frente a Brasil, los servicios locales son más costosos en el 80% de los casos, mientras que la diferencia se reduce frente a China y Chile.

Entre los servicios más caros se destacan los menús en restaurantes, mientras que el transporte urbano, las cuotas de gimnasio, la educación inicial y el precio de la nafta figuran entre los más accesibles, en gran parte por la incidencia de subsidios estatales.