Sumó nave de 2.000 m2 pero no consigue personal para operar

Gabriel Richiger describe con impecable detalle los productos que integran el portfolio de la empresa que lleva su apellido. Le cuesta mencionar los montos de la inversión que realizó la compañía el último año porque asegura que es de “perfil bajo” y que “el crecimiento se demuestra en el trabajo”. Lo cierto es que el 2020, a pesar de la pandemia, fue un ciclo muy positivo para la firma que con sede en Sunchales es especialista en la fabricación de embolsadoras, quebradoras, moledoras, extractoras y otros equipos para el manejo de granos. Tienen lista una nave industrial de 2.000 m2 con maquinaria de punta pero hay un problema: están con serias dificultades para conseguir personal capacitado.

“Estamos demandando una veintena de puestos de trabajo y nos encontramos la dificultad de conseguir empleados con conocimiento en la rama metalúrgica. La ampliación de la planta está lista”, asegura el industrial en contacto con Punto biz. La obra se concretó en el predio de 7 hectáreas de la compañía sobre la ruta 34 donde ya existen otros 6.000 m2, que complementan el trabajo de otras dos plantas ubicadas dentro del ejido urbano de la ciudad.

“Desembolsamos más de u$s750.000 en el nuevo espacio que cuenta, además de la estructura, con diez puestos de soldadura, tres puentes grúa de 5 toneladas y demás herramientas fundamentales para la producción”, enumeró Richiger que asegura que la escuela técnica que funciona en Sunchales tiene un atraso en equipamiento de 40 años.

El plan a largo plazo es concentrar toda la fabricación en el complejo ubicado en las afuera de la localidad aunque el hombre al mando de la firma asegura que “hay que dar pasos cortos”. “Lo próximo será sumar una nueva línea de pintura de partes que se sumará a la que ya tenemos operativa”, planteó.

La empresa fue fundada por Máximo Richiger -padre de Gabriel- en 1959, en la actualidad emplea a 150 personas y exporta gran cantidad de maquinaria a países de Sudamérica y los Estados Unidos. De hecho para el país del norte trabajan casi a pedido de grandes clientes con maquinaria de gran envergadura. Como la que enviaron en abril pasado. “Se trata de una embolsadora de 12 pies que fue patentada en Estados Unidos y guarda 7 toneladas por metro de bolsa. Lo que llamamos una megamáquina porque tiene 4 toneladas de porte y tiene cuatro ruedas. De hecho es muy ancha para transportarse y por eso para moverse tiene un sistema de autoriller y se lleva de punta”, planteó Richiger.