Hidrovía: lobby conjunto de Jan de Nul y sindicatos contra avanzada china

Si bien recién el año que viene, y con un nuevo gobierno en Argentina, se llamará a licitación para la nueva concesión del dragado y balizamiento de la hidrovía, el lobby de los grandes actores del negocio ya está en temporada alta. 

Prueba de eso fue la semana pasada cuando un enviado de la dragadora belga Jan de Nul, fue a la Bolsa de Comercio de Rosario para mantener una reunión reservada con sus máximas autoridades con el claro objetivo de hacer lobby para la continuidad de su firma familiar, una de las número uno del mundo, en el acondicionamiento de la vía navegable.

¿Por qué fue a la Bolsa? Es que la Bolsa de Comercio de Rosario lidera un grupo de entidades empresarias usuarias de la hidrovía (cerealeras, puertos, siderúrgicas, químicas) que busca definir junto con el gobierno los términos de referencia para la nueva licitación.

Según le contó uno de los participantes de la reunión a Punto biz,  desde Jan de Nul se propuso que las entidades empresarias pidan al gobierno una extensión del contrato actual (que data de 1995 y que como fue renegociado en el kirchnerismo se extendió hasta 2021) y ofreció como moneda de cambio una fuerte rebaja en las tarifas del peaje y hasta la realización de obras complementarias fundamentales, como radas y zonas de maniobras. 

La extensión del contrato no es, al menos hasta ahora, una alternativa que los usuarios de la hidrovía acepten y por eso -según consignó la misma fuente- el enviado se llevó una diplomática negativa como respuesta de la Bolsa de Comercio. Está de por medio una cuestión clave, el socio de los belgas en el dragado, Gabriel Romero, titular del grupo Emepa, quedó involucrado en la investigación de los cuadernos de las coimas, precisamente en relación a la renegociación del contrato de la concesión. Según la fuente, el funcionario de la firma belga puso sobre la mesa la alternativa de correr en la nueva instancia a su socio local.

Un dato político de la reunión que no pasó desapercibido fue que el directivo de la firma belga llegó acompañado de Juan Carlos Schmid, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento, y de Edgardo Arrieta, la máxima autoridad local del gremio.

Los sindicalistas resaltaron que durante toda la actual concesión con Hidrovía SA (Jan de Nul y Emepa) no hubo conflictos laborales de importancia que hayan interrumpido el tráfico de barcos, en un claro guiño a la performance de la empresa y lo beneficioso de su continuidad. Y además pidieron a la Bolsa que se incorpore en los términos de referencia para los pliegos que el sector privado le enviará al gobierno una cláusula que aclare que, si hay cambio de concesionario, se mantendrán los empleados actuales.

La compañía y el Sindicato de Dragado y Balizamiento coincidieron en dejar expuesto los supuestos riesgos de la avanzada china sobre la hidrovía. Es que la dragadora oriental SDC, peso pesado global, ya mostró su interés por el contrato. Aseguraron que las rebajas excesivas de peaje, que es la punta de lanza de la propuesta china, pueden significar una menor inversión en seguridad; al tiempo que resaltaron los inconvenientes técnicos que tuvieron los chinos en el dragado del canal Martín García.