"El repunte de la actividad por ahora sólo lo explica el complejo sojero"

La economía de Santa Fe arroja algunas señales de recuperación y acumula tres subas en fila. Entre los datos, se destaca un crecimiento interanual del 9,5% en octubre, según el último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). De todas maneras, el mismo relevamiento también destaca que más del 70% de las actividades presenta caídas en relación con 2023.

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Sol González De Cap, economista de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), analizó el entramado productivo provincial. 

- Hay un primer número que da positivo, el 9,5%, pero que tiene un asterisco. ¿Cómo lo ves? 

- Sí, es clave marcar ese punto. Nosotros venimos viendo ya hace unos meses consecutivos mejoras interanuales. Pero a estas mejoras hay que hacerles un doble clic para ver bien qué tienen adentro, porque están fundamentalmente explicadas por el peso que tiene el complejo soja en la estructura industrial de Santa Fe. La producción de soja el año pasado estuvo muy afectada por la sequía, entonces las comparaciones interanuales contra un año tan malo como el 2023, hace que sea natural que la producción de molienda oleaginosa, de soja y de todo su complejo, nos dé indicadores altísimos. En este caso hablamos para el sector de molienda oleaginosa, una suba de 111,4% interanual, o sea, más que duplicó la producción del año anterior para el mes de septiembre. Eso traccionó el indicador general porque forma parte de la matriz productiva y manufacturera de la provincia. Hay otros sectores que también han mejorado su desempeño si lo comparamos con el año 2023, como la molienda de cereales, el indicador interanual en septiembre nos dio también una mejora en carne vacuna, en lo que es muebles y colchones, en productos como fiambres o embutidos, y en algunos otros sectores nos está dando una variación positiva, aunque marginal, en estos casos, a veces inferior al 3%. Pero hay otro conjunto de sectores que sí está muy afectado y que vienen presentando ya hace más de un año caídas interanuales. 

- ¿Cuáles serían? 

- Son maquinaria agropecuaria, que incluye maquinaria agrícola y maquinaria también para el sector lácteo y demás cadenas de valor del agro. La industria siderúrgica que está muy afectada con un 19,5% de caída. Vehículos automotores, maquinaria en general, todo lo que tiene que ver con inversiones, todo lo que es maquinaria o grandes inversiones del sector industrial, está muy afectado. El sector del plástico también, con caídas superiores al 10%. Así que tenemos esta suba del indicador general, pero si la miramos en profundidad hay mucha heterogeneidad en lo que es el sector productivo. Y los sectores más industriales, manufactureros, tradicionales, metalmecánicos y demás están expresando caídas. Y si tomamos rama por rama, el 73% de estas actividades tienen un desempeño negativo, es decir, están en niveles menores que en septiembre del año pasado. 

- ¿Cómo es la perspectiva a futuro? Al campo, con las cosechas, este año le está yendo bien, lo de la maquinaria agrícola tendría que despertar. ¿Es así? 

- La maquinaria agrícola es una decisión de inversión. Lo mismo sucede con los bienes de capital, siempre son un indicador de lo que se espera. Uno realiza inversiones cuando espera un panorama con ciertas certezas. Creo que no podemos saber todavía cómo va a continuar, cómo va a ser el desenlace económico. Nosotros esto lo medimos todos los meses y tenemos cierto desfase, estamos presentando ahora los datos de actividad de septiembre. Y lo mismo sucede con el empleo, que todavía no tenemos datos, el último dato que tenemos es del mes de julio y tenemos cierto desfase en esos indicadores, pero en empleo seguimos viendo caídas. Respecto al empleo, a nivel interanual, a nivel general el sector de la economía de Santa Fe perdió 11.500 puestos de trabajo, y en el sector industrial en particular se perdieron 5.400 empleos. Esto que te digo de la heterogeneidad tiene que ver también con cómo afecta cada una de las ramas, algunas son más intensivas en trabajo, otras menos, cada una tiene su virtud y su aporte a la economía. Otras aportarán dólares, algunas aportan trabajo. Las que vemos que son más trabajo intensivos no tienen en el último año un buen desempeño y eso se refleja también en los indicadores. 

- ¿Se puede hablar de pymes más o menos afectadas que el resto? ¿Hacen ese seguimiento?

- Sí, estamos empezando a hacer ese seguimiento de forma interna, y también tenemos relevamientos internos dentro de la federación, naturalmente también en las reuniones mensuales se va manifestando la situación de muchas empresas. Hay algunas, sobre todo las que están un poco apalancadas a sectores que vienen teniendo un buen desempeño, como el de la energía, vienen teniendo un año, si se quiere, positivo. Otras que están más volcadas al mercado interno y a sectores más ligados a bienes de consumo, están bastante complicadas y siguen registrando caídas no solo interanuales, sino cayendo inclusive mes contra mes. Es muy heterogéneo y todavía esa recuperación económica que mencionabas, de que la economía está pegando la vuelta, todavía es muy leve y estamos todavía en niveles inferiores a los del año pasado. De a poco iremos viendo sector por sector cómo se desenvuelve la industria.

- Paolo Rocca pidió proteccionismo para los aceros argentinos y dijo que si se abre la competencia a la producción china, la Argentina explota. Por otro lado, cuando uno habla con los empresarios y las pymes locales, se cuestionan los precios elevados de la materia prima que ellos emplean. ¿Cómo se resuelve esto? 

- Creo que cada país está dando su estrategia para ver cómo se inserta en el nuevo paradigma a nivel global, que no es en general de una apertura indiscriminada, en general los países están haciendo planes de desarrollo industrial. Hace poco tuvimos las elecciones de Estados Unidos y vimos que parte de la plataforma de campaña del presidente electo tuvo mucho que ver con la defensa de la industria y de la capacidad de los Estados y de los países para producir. Eso tiene mucho que ver con la soberanía, con la geopolítica, con el empleo. En ese sentido, lo que venimos planteando en conjunto con la Unión Industrial Argentina tiene que ver con la sincronicidad de esas aperturas, porque vemos que en paralelo, mientras se abre la economía, no se están realizando reformas adecuadas para que la industria esté en condiciones de competir efectivamente. Y me refiero a esta cuestión del costo argentino que siempre se menciona. UIA sacó un informe llamado “El costo argentino, clave para la competitividad”. Hay que reformar intrínsecamente el sistema impositivo, hacer reformas en infraestructura para mejorar esa competitividad de las industrias. Hay muchas empresas que son muy productivas, pero que cuando sus productos salen puertas afuera de la fábrica enfrentan un conjunto de costos que nos diferencian de países de la región y del resto del mundo. Ahí necesitamos una política orientada a mejorar esa competitividad, y ver cómo se realizan aperturas y en qué sectores. Hay sectores que son estratégicos, como el acero, que es un insumo fundamental para toda la industria. Entendemos que todos los sectores son necesarios, y que tenemos que cuidar y defender esa industria. Veremos cómo se da, vamos siguiendo la coyuntura naturalmente y cómo se anuncian medidas. Esperamos que haya una política que apunte también a la competitividad y no solamente a la apertura.