"Es esto o entrar en una hiperinflación"

Uno de los debates instalados actualmente en la sociedad argentina es si el rumbo económico que están llevando a cabo el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo es correcto o incorrecto. 

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Gustavo Neffa, director de 
Research for Traders, aportó su óptica con respecto a la situación económica del país. 

- ¿Caminan sobre terreno firme el Ministro Caputo y el gobierno de Javier Milei en cuestiones económicas?

- Hay dos grandes ramas económicas: la financiera y la real. La economía real está sufriendo los embates del ajuste de precios relativos que tenía que hacerse desde mucho antes, nadie podía caminar en Argentina con una cuenta de luz que valía menos de la mitad de un kilo de helado. O sea que el ajuste de precios relativos fue feroz, violento, pero necesario. Mantener el tipo de cambio de esa magnitud, ajustando tarifas y liberando prácticamente todos los sectores donde había restricciones, hace al plan que tiene Milei para reordenar la economía. Es un primer semestre muy duro, y a partir del segundo trimestre tenemos la estabilización para un segundo semestre mucho mejor. En 2025, 2026 se apunta a tener una tasa de crecimiento del 3% promedio, 3,5%, según el Banco Central y las consultoras. A corto plazo, le están sonriendo al Ministro de Economía los cambios que produjo y las consecuencias sobre el mercado financiero. Yo me dedico a eso, con lo cual las variables de rentabilidad de los bonos, de las acciones, la captación del tesoro, el aumento de la reserva del Banco Central, el no financiamiento del Banco Central al Tesoro, y activar la maquinita de la emisión sólo para lo que es la compra de los dólares, es un logro. El caso de la inflación, sabíamos que iba a tener una entrada, se ajustó mucho más rápido de lo que pensábamos, a un valor más racional y estábamos pensando para mayo quizás obtener un dígito y para fin de año, un 5%. Es lento, esto tiene repercusiones sobre el bolsillo, tiene repercusiones sobre el adquisitivo de la gente y obviamente los comercios y la industria sienten el impacto.

- El Palacio de Hacienda hizo ajustes salvajes para conseguir los números de déficit cero. Algunos se cuestionan si estos son sostenibles. Por ejemplo, planchó lo que tiene que ver con las transferencias, con los subsidios a energía, cuando todavía las tarifas no se actualizaron. También planchó todo lo que sea transferencias a las provincias, pero ahora tiene abierto un frente de discusión que quizás le obliga a cambiar algún número. La pregunta es si en marzo te parece que Caputo está en condiciones garantizar déficit cero también como ocurrieron los primeros dos meses del año.

- Según él, no es negociable. Es más, va a poner una ley que pregone el déficit fiscal cero. Hay un cambio de paradigma muy grande. Lo mismo haría yo, si en tu casa ingresa determinado dinero, no podés gastar de más en forma sistemática, salvo un caso extraordinario. Y eso es lo que pasó con la bola de nieve de leliqs en el Banco Central. Esto pasó el año pasado, cuando Massa quiso ganar las elecciones y abrió la billetera por todos lados. Es un desborde de déficit fiscal muy grande. Estamos asistiendo a dos meses atípicos, donde pisó la caja, remitió muy poco de reservas a las provincias, y eso es lo que estamos viendo en este momento.

- ¿Cuál va a ser el escenario de cara a futuro? Porque detrás de la posibilidad de seguir avanzando con esta fórmula económica, está también el tema de gobernar a partir del consenso. Esto lo están diciendo Milei, lo está diciendo el propio ministro Caputo, que empezó con una cosa más titubeante y ahora tiene formulaciones políticas muy puestas en el centro de sus discursos. ¿Qué se puede esperar de esta inflación que está a la baja? ¿Cuándo estarían dadas las condiciones para que se abriera el cepo? Y sobre todo, porque tiene que ver con la paciencia de la gente. Milei pidió paciencia y la gente se la tiene que dar. Si no, el plan de su gestión podría llegar a entrar en zonas tempestuosas. Esto que se habla de una V como caída fuerte en el primer semestre y después recuperación, ¿cuán viable lo es?

- Mirá, es viable. Es viable mientras los agentes económicos alineen las expectativas. Lo que hubo fue una remarcación de más, hay unos márgenes en la cadena de venta atroces, pero forma parte de la baja del riesgo país que tiene que hacer Argentina. Argentina tiene un riesgo país inviable, con muchísima dificultad para hacer negocios, que no solo hay que simplificar, sino que también hay que bajar el costo de impuestos. Esto es lo pendiente, ha empezado con la baja de gastos, pero también hemos visto algunos aumentos de impuestos, y más aumentos de impuestos pueden llegar a venir también. Tiene que pasar lo que todos esperamos que pase, la ley bases o la reformulación de la ley bases por partes. La gente acompañó políticamente, ahora se enfrenta a experimentar en carne propia el ajuste, que recae sobre la política, pero también sobre sus bolsillos. Entonces, el tema también es la caída de la imagen política, de cualquier político, en cualquier gestión de cuatro años va a ser mayor o menor. Entonces, va a ser clave poder capitalizar el apoyo de la gente en esta primera etapa, y es donde se tienen que hacer los cambios que se negaron durante los últimos dos años. Porque obviamente que esto no hubiera sido así si en los últimos dos años hubiera habido otro cambio, otro giro en materia de política económica. O sea, insistir con un tipo de cambio atrasado, insistir con tarifas atrasadas, insistir con controles de precios que nunca funcionan, es una política que termina fracasando. Entonces, alguien se tiene que hacer cargo, y en este caso es Milei. Hoy estamos asistiendo a ese reordenamiento de la macroeconomía. La microeconomía, es decir, la gestión del bolsillo de la persona de a pie y la caja de la compañía, son los dos factores que deberían empezar a mejorar para el segundo semestre. Eso está claro.

El gobierno viene siendo monitoreado con cierto aval del Departamento de Estado de los Estados Unidos, también del gerenciamiento del FMI, pero está en duda de si seguirle prestando a la gente. En su momento Caputo llegó a ese cargo prometiendo u$s15.000 M. ¿Te parece que hay condiciones como para que esos u$s15.000 M lleguen a la Argentina? ¿Cuán indispensables son como para que se abra el cepo?

- Sí, creo que es posible. Lo que creo, además, es que falta bastante tiempo para eso. Quizás en la Argentina puede funcionar, pero es una economía más grande que otras. El paso previo es la dinamitalización, así que ahí es necesario abrir el cepo cuanto antes, y empezar a mostrar un único tipo de cambio. Argentina tiene múltiples tipos de cambios y todavía muchas restricciones impuestas. la apertura del cepo es una cuenta pendiente, y yo sé que Milei tiene ganas de hacerlo hoy mismo, pero no se puede. Las reservas del Banco Central son negativas en términos netos, y que esto produciría una demanda de cambio que todavía no puede soportar el Banco Central.

- Yo recuerdo que de la gestión de Macri, algunas similitudes hay entre los dos procesos, no demasiadas, pero sí las hay. Hablaba del segundo semestre, como la llegada de inversiones, etc. Ahora uno ve un cambio de actitud del empresariado, en particular los argentinos. También lo del mundo financiero, eso me parece que también es bastante evidente, que son más anuentes a avanzar a la par de Milei. La pregunta es, ¿ves viable este esquema que se plantea? Si nosotros hacemos nuestros deberes, los inversores internacionales y locales rápidamente van a llevar adelante sus inversiones y eso va a permitir dinamizar rápido la economía. ¿Lo ves como factible o quedará como una promesa?

- Lo veo factible. Cada uno cuida su metro cuadrado, que no está mal, pero abundan obviamente los excéntricos, porque no ven más allá. Yo creo que esto es un costo que tenía que asumir alguien para no entrar en una hiperinflación. Es esto o entrar en una hiperinflación. Se baraja y se da de nuevo, son otras bases, otras condiciones. Creo que están llevando, no sé si un plan económico, pero sí un conjunto de regulaciones de la economía y de financiamiento que era más que necesario.