El movimiento logístico en la Hidrovía está en riesgo por falta de dragado

A mediados de febrero fue noticia la varadura de un buque en el Paraná que obstruyó en paso de embarcaciones por la Vía Navegable Troncal (VNT) entre Ramallo y San Nicolás. El episodio, que complicó la logística fluvial por varios días, no hizo más que exponer una realidad que muchos de los actores ligados al uso de la Hidrovía Paraná-Paraguay están difundiendo en las sombras. Con una nueva bajante que empezó a profundizarse en el último mes, luego de un verano con niveles óptimos, la Administración General de Puertos (AGP) que tiene a su cargo el contrato de concesión, no está logrando resultados óptimos en el dragado de los denominados “pasos críticos” del canal de navegación.

El planteo fue en realidad puesto en agenda por los prácticos, encargados de conducir los buques de ultramar a medida que se adentran en el territorio argentino para llegar hasta las terminales del "up river”. Lo cierto es que aunque prefieren no hacer olas esperando que las nuevas autoridades nacionales se terminen de acomodar en sus cargos, los usuarios de la Hidrovía -representantes de puertos privados y agroexportadoras- aseguran que el panorama en el bajo Paraná “es un desastre”.

Entienden que la AGP relajó los trabajos que a su vez le encarga a Compañía Sud Americana de Dragados (la empresa que tiene a su cargo el contrato de mantenimiento del canal y que no es más que una firma del grupo belga Jan de Nul que estuvo al frente de la concesión durante más de dos décadas). Entre los referentes consultados, que prefieren mantener reserva, hay coincidencias en remarcar que durante el período de creciente se dejaron de hacer muchos trabajos.

A diferencia de lo que cualquiera puede pensar, cuando el río sube es donde más sedimento se acumula en los pasos críticos. Ahora que el nivel de las aguas bajó, predomina como nunca antes el riesgo de varaduras en zonas con escasa profundidad.

El esquema de contrato que suscribió la AGP con los belgas establece pagos por metro cúbico liberado y bajo esa lógica es la Administración de Puertos la que debe aprobar cada una de las intervenciones que bajo el mandato de la UTE conformada por Jan de Nul y Emepa durante 25 años era mucho más ágil.

De acuerdo con la visión de los usuarios privados de la VNT, las dificultades de la concesión de la AGP, que es quien cobra el peaje, se detectaron desde febrero cuando se originó un nuevo descenso del Paraná.

De acuerdo a lo que pudo verificar Punto biz, incluso Compañía Sud Americana de Dragados habría movido hacia otras regiones algunas de sus dragas, por lo que el mantenimiento sería aún más lento en caso de agilizarse el proceso de encargue de los trabajos por parte de la AGP. De hecho Jan de Nul  estaría concentrada en actividades específicas que le fueron solicitadas en otras regiones portuarias como los muelles en Bahía Blanca y el acceso a las terminales en La Plata.

Al margen, existe incertidumbre sobre el rumbo que le dará la gestión de Javier Milei a la explotación de la Hidrovía. Vale aclarar que cuando el referente de la La Libertad Avanza asumió, hubo cifradas expectativas de los usuarios en que se correría a la AGP de la conexión para licitar el mantenimiento y balizamiento y entregarlo a una empresa o a un consorcio de compañías tal sucedió desde mediados de la década del ´90 y hasta la mitad del mandato de Alberto Fernández.