De la sequía severa a las inundaciones: cómo está hoy la ganadería

Este era el cuadro de situación que ponía sobre la mesa Rosgan hace dos meses: precios de la hacienda medidos en dólares en niveles históricamente altos, pero que comenzaban a quedar retrasados respecto de una inflación en pesos -aunque contenida- que seguía siendo elevada. 

Las diferentes políticas cambiarias derivaron en excesivos controles y restricciones para operar libremente con el billete verde, que resultaron adversas para cualquier producción a largo plazo, entre ellas la ganadería de exportación. Se perdió competitividad frente a otros mercados y se limitó también la capacidad de compra puertas adentro, lo que terminó redundando en menores precios para el productor en un contexto en el que el resto de los insumos todavía corren a la par de la inflación.

La foto es bastante parecida a abril, pero hay algo que cambió respecto de 2023: veníamos de atravesar la peor sequía en 60 años y los chacareros se desprendían de la hacienda por los altos costos que significaba alimentarla. Para limitar las pérdidas, preferían mandar el ganado derecho al frigorífico antes que dejarlo morir de hambre y sed en los campos.

Los valores que se pagaban por animal eran bastante razonables, pero la mayor oferta hizo desplomar los precios de la carne en el mostrador. Hoy continúan casi planchados nominalmente (aunque cae el consumo), pese a que la faena de novillos marcó un nuevo piso en el primer cuatrimestre. 

A ello se sumó que entre diciembre y enero llovió lo mismo que en el promedio anual. Ganadería, agricultura y producciones apícolas, avícolas y porcinas fueron afectadas por las inundaciones. En el departamento General Obligado, por ejemplo, la media de lluvias anuales ronda los 1000 y 1200 mm. Ese promedio en los últimos tres años se redujo a la mitad o menos, pero se sobrepasó entre el último mes de 2023 y el primero de 2024. 

Ahora bien, ¿cuál es el panorama que muestra actualmente el sector? “Los precios de la invernada se sostienen, pero tampoco son tan atractivos”, precisó a Punto biz Alejandro Dell'Acqua, director ejecutivo de Rosgan. El análisis para ese "precio sostenido" radica en que al feedlot le está yendo bien y que el valor del maíz está estable. No hay ningún factor que haga que suba o que baje. En los últimos remates, el precio promedio de la invernada se movió cerca de los $1.800. 

“El precio pone al productor en el siguiente eslabón de la cadena. Hoy en día para los feedloteros está funcionando relativamente bien, pero la venta de su producción tampoco es tan tentadora pensando en que tenemos un consumo limitado y que la exportación no tracciona porque los precios para nosotros no son competitivos”, sostuvo Dell'Acqua. Por primera vez en seis años Argentina no cumple con la Cuota Hilton, China le compra a vecinos y el consumo de carne per cápita (por los bolsillos más flacos) fue el más bajo de los últimos 30 años. 

China es, por lejos, el mercado de mayor incidencia de nuestras exportaciones. Y en mayo los embarques a ese destino disminuyeron un 15% en volumen. Si bien esta merma responde a factores internos (tanto cambiarios como fiscales), el gigante asiático ha puesto también de su parte: intensificó la política de diversificación de proveedores y habitó decenas de nuevas plantas, incluso en orígenes con relaciones comerciales poco desarrolladas como es el caso de Bolivia.

Por otro lado, aunque el precio de la carne se ubicó entre los que menos subieron en los últimos meses (para la categoría alimentos), el consumo fue de 663,4 mil toneladas res con hueso (r/c/h) en el primer cuatrimestre. Esto significó un 17,5% por debajo del registrado del mismo periodo de 2023, con 141,1 mil toneladas r/c/h menos. Párrafo aparte: fue el registro más bajo de las últimas tres décadas.

Qué se puede esperar 

La agenda de gestión de Javier Milei pareciera estar marcada por la apertura de nuevos mercados y por la habilitación de más frigoríficos locales para vender a China. Argentina todavía aguarda ese gesto por casi una veintena de plantas, mientras que el año pasado a Brasil le habilitaron unas 40. 

“Lo primero que hay que hacer es reducir los derechos de exportación porque eso nos hace competitivos, abrir nuevos mercados y no que todo el volumen se vaya a un solo lugar, y también promover lo que es el novillo pesado para poder cumplir con las cuotas”, refirió el ejecutivo del Rosgan respecto de la proyecciones para que traccione mejor el negocio. 

Otro tema que también está dando vueltas hoy es el chip electrónico: “Se está hablando de que se va a implementar. Eso tiene varios factores a analizar: puede llegar a ser un costo adicional para el productor (que si el productor no está pasando un buen momento, es complicado), pero le dará trazabilidad a la cadena”. Y, por otro lado, a partir de 2025 se tendrá que exportar a Europa carne libre de deforestación. Aunque el Consejo Agropecuario del Sur pidió postergar la medida porque "no están dadas las condiciones".