Congreso Internacional del Maíz: pidieron por nueva ley de biocombustibles

Como principal provincia productora de maíz del país y también como fuente primordial del bioetanol con el que se “cortan” las naftas, Córdoba fue sede entre miércoles y jueves del 3°Congreso Internacional del Maíz. 

En ese contexto, el gobernador cordobés Martín Llaryora aprovechó la oportunidad para alzar la voz contra la falta de incentivos para la fabricación de biocombustibles en Argentina.

Llaryora puso como ejemplo lo que consideró como una “tomada de pelo” que todavía se esté discutiendo si los automóviles pueden funcionar o no con biocombustibles, cuando desde la fábrica que Fiat tiene en Córdoba se fabrican vehículos con motores Flex que se exportan a Brasil o cuando la flota de 2.000 unidades que tiene el Gobierno provincial funciona con bioetanol y biodiésel.

Para el gobernador, “dependiendo de una ley nefasta como la actual lo único que se logra es obstruir el crecimiento, la posibilidad de desarrollo, es imposible hacer la segunda revolución productiva del campo a través de nuestro oro verde, que es el maíz”. “No tener una política de biocombustibles hace el mismo daño que las retenciones”, disparó el mandatario.

Cabe resaltar que 17 dirigentes de distintos partidos políticos firmaron un acta de adhesión al “Acuerdo sobre biocombustibles elaborado por la Liga Bioenergética de provincias” y que dice textualmente lo siguiente:

Los abajo firmantes, Diputados y Senadores Nacionales de la República Argentina, manifestamos nuestra adhesión al acuerdo sobre Biocombustibles elaborado por la Liga Bioenergética de Provincias (Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Jujuy, Salta y Tucumán), y a la imperiosa necesidad de lograr un pronto tratamiento parlamentario, ya que cuenta con amplio consenso de los distintos eslabones de las cadenas de valor de estos sectores, integrándolas bajo el impulso de la bioeconomía, mediante circularidad e industrialización de los cultivos más representativos de la República Argentina.

Alcanzar esta normativa ofrecerá un marco regulatorio superador en nuestro país, ofreciendo reglas de juego claras y sostenibles a largo plazo, que propicien inversiones relevantes y promuevan la generación de empleos genuinos. Todo ello, repercutirá de manera positiva en el arraigo y fortalecimiento de la ruralidad, así como en mejores condiciones de salud y calidad de aire en los centros urbanos ya que favorecen la disminución de las importaciones de combustibles líquidos.