Cepo importador: fábrica santafesina lleva a Paraguay lo que no puede hacer acá

La tarea de ingresar al país insumos importados en un contexto de fuerte restricción de dólares se ha transformado en un oficio tan complejo que para asegurar la producción empresas locales ponen el ojo en países de la región con canilla liberada para trabajar con materia prima procedente de otras latitudes. Ese camino es el que se fijó una compañía santafesina que opera en el sector de la agricultura de precisión como medida paliativa en tiempo de cepo.

La estrategia puesta en marcha fue la de alquilar una nave fabril en Asunción, capital donde solo tenían una agencia comercial. “A través de un socio local la idea es poder ensamblar en Paraguay los equipos que acá no podemos sacar de la línea de producción ante las serias dificultades que experimentamos para importar componentes. Como se trata de una nación que integra el Mercosur, estamos tratando de ingresar a la Argentina elementos terminados por nuestra filial o al menos entrar equipos semiarmados”, mencionó Marcelo Pividori, titular de SIID SRL (Soluciones Integrales de Ingeniería y Desarrollo), que tiene base en la ciudad santafesina de Avellaneda a partir de dos plantas fabriles, una en el ejido urbano y otra en el polígono fabril de la localidad.

“Estamos obligados por la coyuntura a montar una planta alternativa, algo que no queremos hacer, pero necesitamos abastecer no solo el mercado argentino, sino también a clientes de la región a quienes vamos a poder proveer desde Paraguay. Así está dada la hoja de ruta”, planteó el empresario en contacto con Punto biz.

La firma acaba de ser galardonada con el premio de pyme innovadora por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) a partir de algunos de sus desarrollos para mejorar las tareas de labranza en el campo. SIID fabrica sobre todo monitores de siembra a los que les agrega nuevas herramientas de forma constante, además de dispositivos de control como medidores de combustible, controladores de cosecha, aplicación selectiva, etc.

SIID tiene hoy un plantel de 50 empleados y a pesar de la marca de la sequía que complicó parte de la demanda, continúan trabajando a niveles aceptables. “La complicación más grande que enfrentamos es la de poder abastecer la demanda en un contexto de serias dificultades para ingresar a la Argentina los componentes que importamos. De ahí la necesidad de equipar el galpón en Paraguay”, insistió.

“Es lamentable que tengamos que llegar a este límite cuando lo que más queremos es poder producir en nuestro lugar”, sumó el titular de la firma que nació en 2003.