Tensa disputa por los cruces en lancha al banquito San Andrés

Está previsto que en octubre arranque la temporada de verano en las islas de Rosario (los cruces al Banquito San Andrés se relanzarían a mediados de mes, según pudo confirmar Punto biz), pero las aguas aún están revueltas entre el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro), las empresas de lanchas que trasladan pasajeros y los dueños de los paradores.

Si bien nadie pone en duda que los rosarinos podrán cruzar a la otra orilla para disfrutar del río llegado, la tensión se genera porque aún resta definir qué transportistas operarán los cruces y a qué muelle cruzarán. Ambas cuestiones generaron rispideces entre el operador de la Terminal Fluvial (Enapro) y los privados.

Una de las partes en conflicto son los dueños de los paradores Deja Vu y Sudestada, quienes aseguraron que desde el Enapro se esfuerzan en darle especial participación a Capitán Charly, firma del empresario Carlos Fernández. Fernández había sido noticia en 2022, cuando una de las fiestas que organizó su productora, Garden Producciones, en la isla La Invernada fue clausurada por posible daño medioambiental (vale aclarar que el evento tenía autorización de la Municipalidad de Victoria).

El año pasado, además de realizar el cruce con sus embarcaciones, Fernández había construido en el parador del Enapro un muelle, que en pocos meses quedó destrozado, y aún sigue sin estar operativo. Así, en el verano 23/24 los cruces terminaron realizándose a través de la empresa de Fernández en el muelle del parador Deja vu, lo cual era precisamente lo que en un principio habían querido evitarse para ahorrarse el canon mínimo que cobran los dueños de ese paraje y hacer descender a los pasajeros en el parador del Enapro. 

"No estamos en contra de que construyan otro muelle, ni siquiera de que hagan otro parador si así lo definieran, pero sí pedimos que todo se haga en regla, con buena calidad, buen mantenimiento y de manera transparente, igual que lo hacemos nosotros con nuestro muelle, que está habilitado por Prefectura", le dijeron desde Deja Vu a Punto biz. Al momento de la rápida rotura del muelle, los privados ya habían salido a desmentir la versión del Enapro, que lo había calificado como accidente. "Fue por negligencia en la construcción y mantenimiento de las instalaciones. El nuestro tiene 20 años y sigue en pie", habían dicho en su momento desde Deja Vu.

Además, los dueños del parador reclamaron por el regreso del transportista Carlos Pederzini, histórico lanchero a cargo del cruce desde La Fluvial al Banquito durante más de 20 años. "La realidad es que sus lanchas trasladaban unos 150 pasajeros y la empresa de Fernández tiene lanchas de hasta 60 personas", opinaron los titulares del parador.

En diálogo con este medio, Perderzini confirmó que tiene varios barcos de pasajeros amarrados sin uso en Rosario y que debió relocalizar sus dos embarcaciones de mayor capacidad. "El Delta Queen está trabajando en Iguazú y llevamos un segundo barco para que funcione como lancha colectivo en Tigre. El problema no es solo que el año pasado no estuvimos en La Fluvial, tampoco están habilitados para grandes embarcaciones los muelles de Costa Alta, a los cuales les falta el dragado desde hace tiempo. Por eso en zona norte solo pueden cruzar taxis náuticos", reclamó Pederzini, al tiempo que aclaró que la nueva gestión del Enapro "al menos está abierta al diálogo", en contraposición a los administradores de la gestión Perotti. 

La campana del Enapro   

Por su parte, Graciela Alabarce, presidenta del Enapro, le bajó el tono a la discusión. "De nuestra parte no hay conflicto. Estamos en conversaciones con tres empresas de lanchas y nuestra idea es que operen todas las que estén debidamente habilitadas y estén dispuestas a hacerlo. Queremos que sea el pasajero el que elija", aclaró.

En este sentido, Pederzini fue inflexible: sólo operará los cruces al banquito si le dan la exclusividad: "Por el nivel de demanda, el negocio no da para varias empresas, es para un operador en exclusiva", analizó.

 En relación al estado del muelle que aún permanece clausurado, Alabarce aclaró: "Se va a habilitar siempre y cuando cumpla con las normas de seguridad correspondiente. La idea es que la reparación corra por cuenta de un privado", deslizó.

Así las cosas, la disputa se dirimirá el próximo mes.