Revés para el Gobierno: el debate de la reforma laboral pasó para febrero

El Gobierno nacional sufrió un revés en el Congreso al no conseguir el respaldo necesario para avanzar antes de fin de año con el debate de la reforma laboral. Ante la falta de consenso en el Senado, el oficialismo resolvió postergar el tratamiento del proyecto para el próximo 10 de febrero, cuando se prevé una nueva convocatoria a sesiones extraordinarias.

La decisión se tomó luego de constatar que el Ejecutivo no contaba con los votos suficientes para garantizar la apertura del debate en el recinto, en un contexto de resistencias dentro de la oposición y tensiones incluso con bloques dialoguistas. La iniciativa forma parte del paquete de reformas estructurales impulsadas por el Gobierno, con el objetivo declarado de “modernizar” el marco normativo del trabajo.

Desde su presentación, la reforma laboral generó rechazos de sectores sindicales, que cuestionan cambios en las condiciones de contratación y en el régimen de derechos laborales. En paralelo, distintos bloques del Senado manifestaron reparos sobre varios artículos del proyecto, lo que dificultó la posibilidad de alcanzar un acuerdo político amplio.

Durante las últimas semanas, las negociaciones se intensificaron, pero no lograron destrabar el escenario. La falta de apoyo parlamentario terminó por sellar la decisión de retirar el tema de la agenda inmediata y concentrar los esfuerzos en otros proyectos con mayor consenso.

Cambio de estrategia legislativa

Con la postergación del debate laboral, el oficialismo optó por reordenar la agenda parlamentaria de cierre de año, priorizando iniciativas consideradas clave, como el Presupuesto y otros proyectos que ya cuentan con media sanción.

La estrategia ahora apunta a retomar las conversaciones en febrero, con la expectativa de introducir modificaciones al texto original que permitan sumar voluntades y reducir la conflictividad política y social que rodea a la iniciativa.