“Soy amigo desde hace más de dos años de Facundo de Vido, el hijo del ministro. Pero ninguno de sus hijos es accionista de Tifón. Ni si quiera le ofrecí serlo. Es más, la última vez que hablé con él me dijo que no tenía ni plata para arreglar su camioneta”.
La frase es de Damián Calabrese, el dueño de la desarrolladora inmobiliaria Mor, que quedó envuelto ayer en la polémica política nacional luego de que el periodista Jorge Lanata sugiriera anoche en su programa de tele que los hijos del ministro canalizaban dinero del enriquecimiento ilícito del padre a negocios inmobiliarios en la zona, como la construcción de las torres Maui en Puerto Norte o la guardería naútica Tifon en Granadero Baigorria, presentada como la más grande y moderna del país.
Punto biz recorrió este mediodía las obras de la guardería junto con sus tres accionistas. Uno de ellos es Calaberse, el otro es Germán Llodra, el hijo del dueño de la conocida fábrica de vidrios el Espejo Marroquín, y el tercero es el empresario Alejandro Lassaga, quien está en el negocio de las ambulanacias.
En el programa de Lanata también se dijo que la amistad de Calabrese con Alejandro Ramos, ex intendente de Granadero Baigorria y hoy secretario de Transporte de la Nación, facilitó la aprobación de la inversión, sobre todo porque los concejales de la oposición denunciaron que ni siquera fueron notificados del tratamiento del tema que fue bien express: se analizó y aprobó en un día y en pleno verano cuando hay receso legislativo.
Ayer desde bien temprano empezó a correr la versión de que Lanata hablaría de una conexión Rosario del dinero ilegal atribuido a De Vido por cobro de coimas. Y hoy, desde bien temprano, Calabrese estuvo “de gira” por todos los medios negando cada una de las denuncias.
“Nuestra idea original era hacer la guardería en Rosario porque allí está el grueso de quienes tienen embarcaciones. Pero necesitabamos tres hectáreas privadas porque este negocio cierra si es sobre terrenos propios y no sobre concesiones. Como no las encontramos, compramos en Baigorria. Son terrenos privados, de una jabonera que quebró. No hay concesión alguna”, aseguró Calabrese.
Sobre el tratamiento express del expediente, aseguró que ellos presentaron en tiempo y forma todos los papeles. “Si no lo apuraban en el Concejo se demoraban las obras, pero nosotros no tuvimos nada que ver con eso. Es más, hasta ayer que salió en lo de Lanata nadie de la oposición se había quejado”, dijo Calabrese.
Incluso, el empresario aseguró que “cualquier intendente al que le llevan un proyecto como este –que implica mucha mano de obra por la construcción, una millonaria inversión y la realización de obras de infraestructura de gran envergadura– seguro busca que el Concejo lo apruebe rápido”
Con respecto a su relación con Ramos, aseguró: “No es mi amigo. Lo conozco desde joven por el mundo del rugby. Pero hacía 15 años que no lo veía hasta que nos cruzamos cuando él ya era intendente para hablar del proyecto Tifón”. Es más, dijo que “nunca le pedimos que apure las autorizaciones para las obras”.
Sobre la participación del hijo de De Vido como accionista, contó que el negocio tuvo un fuerte aporte inicial de los tres dueños y que luego se financia con las ventas de los espacios a inversores y usuarios finales de las guarderías. “No hay ningún De Vido como accionista, inversor o consumidor final”, aseguró finalmente.
FInalmente, sobre Tifón, los accionistas anunciaron que ya tienen habilitadas 400 cunas y esperan llegar a las 1000 para fin de año. A partir del 2014, comenzarán las obras del bar que espera brindar servicio a los socios y terminar los trabajos del total de la guardería.
