Pequeños tamberos armaron un pool para zafar de la malaria y van por más

Un grupo de productores lecheros del centro santafesino hicieron eco de la frase “la unión hace la fuerza” y empezaron hace dos años un emprendimiento colectivo que les permitió eficientizar los costos y tener mayor espalda a la hora de negociar con las industrias de la región. Con el proyecto ya consolidado, ahora avanzan con la posibilidad de montar un tambo asociativo de mayor escala, bajo galpón y robotizado.

La iniciativa nació en 2017 e inicialmente estaba impulsada por once personas. Luego de pulir el proceso quedaron seis, que son los que hoy llevan adelante la firma Pro Tambo San Jerónimo Norte SRL, que les permitió evitar sumarse al listado de tambos en vías de extinción, situación que si bien se frenó este año se había profundizado en los períodos anteriores.

“El proyecto nació en función de que buscamos el asociativismo para mejorar nuestra productividad. Además del hecho de subsistir, pudimos hacer más eficiente el proceso”, le explicó a Punto biz Rafael Albretch, uno de los integrantes de la SRL, cuyas primeras acciones colectivas fue la compra de maquinaria: “La adquirimos en grupo y la fuimos rotando en los tambos según la necesidad”, contó.

Albretch es el más jóven de los 6 productores y trabaja en el que fuera el campo de sus abuelos. Completan la nómina Eduardo Amherdt, Rubén Albrecht, Marcelo Humeler, Daniel Eberhardt y Omar Magnin, todos dedicados desde siempre a la producción lechera, algunos con más de 20 años de antigüedad.

Además de mejorar los costos, el asociativismo les permitió hacerse más fuertes en la negociación con las lácteas. En este sentido, si bien el contrato que tienen es de palabra, cada seis meses abren una especie de licitación y las empresas hacen sus ofertas sobre cómo se comercializará la leche. 

“Si bien el proceso tuvo altibajos, la experiencia en general es muy buena”, sostuvo Albretch, quien explicó que el año pasado desde la SRL avanzaron con el alquiler de un campo de 75 hectáreas para el engorde de machos Holando -donde también se produce la comida para sus tambos-, negocio que viene teniendo buenos resultados y con el que aspiran a seguir creciendo en cantidad de animales (hoy tienen 200).

El grupo tambien avanza en firme con la posibilidad de resolver los problemas derivados de los constantes problemas climáticos que aquejan a la región, a través de la puesta en marcha de un tambo de mayor escala, bajo galpón y robotizado.

El proyecto contempla la posibilidad de llegar hasta 30 mil litros diarios, con un rodeo de 600 vacas. La inversión para concretarlo ronda los u$s 5 M, pero se puede ir avanzando por etapas, con una primera que incluya 120 cabezas y demande u$s 1 M. “Ya lo tenemos redactado y hemos armado distintas carpetas para buscar financiamiento”, mencionó Albretch.

La idea de los productores es ubicar el emprendimiento en alguno de los accesos de San Jerónimo Norte, en un terreno de 10 hectáreas. Por ahora las negociaciones con los propietarios de las tierras están algo estancadas por la incertidumbre que reina hasta las elecciones, pero la intención es avanzar en firme para comenzar a ordeñar en el segundo semestre de 2020.