La receta de una pequeña localidad para regular el uso de agroquímicos

María Eugenia Racciatti, vocal titular de la Comuna Cañada Rosquin, es una ingeniera agrónoma que encabezó con éxito un grupo de trabajo para convertir a esa localidad en la primera en Santa Fe en certificar como Municipio Verde por parte del IRAM como forma de solucionar el conflicto latente entre productores y vecinos sobre la correcta aplicación de insumos agrícolas (fitosanitarios) en la zona periurbana.

La ingeniera presentó el caso en uno de los talleres que tuvo el congreso de Aapresid y allí invitó a los municipios a sumarse a la experiencia que tiene al apoyo de esa entidad técnica del agro.  En concreto, se logró el consenso para sancionar una ordenanza que apunta a la importancia del control in situ de la aplicación de fitosanitarios en el sector periurbano, así como del tipo de experiencias culturales se desarrollan en el mismo. "Básicamente es conocer qué está pasando alrededor de los pueblos y en nuestro caso, alrededor de una escuela rural”, explicó Racciatti

—¿Cómo hacen los controles?

—Se generó una ordenanza superadora de la ley 11273 que rige en la provincia de Santa Fe y en la comuna tenemos un ingeniero agrónomo que fiscaliza las aplicaciones, registrando todo lo que va pasando y todo lo que se va haciendo en ese periurbano.

—¿Cómo llegan a este acuerdo?

—Empezamos a investigar y después de tantos años en la agronomía, vimos que las cosas no se hacían muy bien. Por eso poner el foco en esto fue importante. Y que todos los colegas ingenieros agrónomos nos pusiéramos a trabajar en un ida y vuelta donde surge la ordenanza.

—¿A quiénes beneficia el programa?

—No es de un lado ni del otro sino que de ambos lados llega una tranquilidad y una seguridad sobre lo que se está haciendo.

—¿Cómo se hacen los controles?

—Queríamos una ordenanza factible de cumplir.  Sin trampas, ya que se aplican fitosanitarios a la noche o se colocan metros de exclusión, escondiendo cosas. Pero aquí está todo muy transparentado. El Municipio Verde nos permitió saber que había alguien auditando.

—¿Qué otra cosa controla la ordenanza?

—A esto se suma el arbolado y los controles de basural.

—¿Hubo presión de la población?

—No en la localidad nuestra, pero sí en localidades vecinas. Pero está claro que este es un tema que había que abordar, hacerle frente y empatizar con los diferentes actores por un bien de la comunidad en su totalidad. En Cañada Rosquín se involucró a todos los actores que trabajaban en ese periurbano contándoles que el proyecto tenía que ver con ellos y con el medioambiente que es la casa de todos.