Cómo se armó el fenómeno electoral de los pañuelos celestes

El fenómeno de los pañuelos celestes en la política santafesina obteniendo un segundo lugar en la categoría Diputados en las Paso con al menos cuatro bancas se explica básicamente en el quiebre social que supuso el debate por el aborto en 2018 aunque esconde una armado lento y fino. La lista Unite por la Familia y la Vida logró cristalizar los diferentes intentos de las corrientes evangélicas por involucrarse con su mensaje en la arena política, tal como sucede en Brasil desde hace años.  

El armador es Walter Ghione, un joven pastor pentecostal de tercera generación, quien explica a Punto Biz que no querían reducirse a un espacio político-religioso tradicional, sino formar algo más amplio. Dice que no son de derecha ya que practican la ayuda social, sino más bien conservadores.

En 2017 decidieron sumar al catolicismo más ortodoxo de la mano del reconocido abogado Nicolás Mayoraz pero todavía les faltaba la cara. “Nos sorprendimos con Amalia Granata en la TV jugando muy fuerte por las dos vidas. Queríamos ver la reacción de la gente, la invitamos a una marcha y cayó muy bien. Nosotros teníamos la base y requeríamos la cara justa. Amalia lo es”, explica.

Sin embargo el éxito en las Paso no se reduce a la suma de una cara mediática y bonita con ideología religiosa del Nuevo Testamento y la Biblia. Se le suma una defensa por “las dos vidas” por momentos exagerada que terminó siendo clave.   

La construcción política replica la horizontalidad de las iglesias evangélicas que no responden a una jerarquía episcopal sino que se atomizan en diferentes movimientos en una red de más de 700 templos en Rosario. Hay unos 2500 pastores en la ciudad con  autonomía para bajar mensajes sin depender de una estructura. Lo cierto es que no se sumaban a la propuesta.

Se habían medido en diferentes elecciones pero requerían de un suceso que termine de hacerles click a sus seguidores para que su compromiso religioso se extienda a lo político. Ghione entendió que la fórmula era a la inversa de lo tradicional: la iniciativa debía surgir desde el corazón de los fieles. El mensaje bajaría fuerte en la homilía del domingo pero algo latente había que despertar.

Con el “peligro del aborto y la agenda de género” convencieron a los fieles que la política de ahora en más era su política. “Con el debate explotó una olla a presión”. La ley “que se estaba llevando puesto todo” les hizo “cambiar el chip” tanto a pastores y fieles que no terminaban de apoyarlos. “Con aborto no te voto”, cantaron.

Por ahora utilizan el sello Unite de José Bonacci con quien tienen diferencias y hasta éste intentó correrlos. “No usamos dinero de los fieles. No usamos dinero en la campaña. No tenemos ni partido”, afirmó Ghione quien dijo que no tiene sentido seguir en Unite después de las generales.

Lo que lograron es fidelidad política más allá de la religiosa. Se perfilan como actor político con una agenda mínima y el desafío de estar a la altura de la Legislatura. Los 152.517 votos que obtuvieron no sólo hicieron un boom en los medios sino en la red evangélica que sólo en Rosario alcanza los 150 mil fieles.

Por un lado se asoma una nueva relación interna de poder entre los pastores con Ghione pisando fuerte. Por otro, afirman que habrá un contagio en los feligreses en las generales y llegarán a las seis bancas. Entienden que será un despegue de cara al escenario político de los próximos años.