Cambios en el biodiesel apuraron la crisis de la fábrica Viluco

La fábrica de biodiesel Viluco, ubicada en el parque industrial de Frías, Santiago del Estero, presentó un pedido de Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) y ahora busca despedir a 55 trabajadores del gremio abonando solo el 50% de las indemnizaciones y en cuotas. Conocida la situación y sin lograrse un diálogo productivo, la Unión Recibidores de Granos y Anexos de República Argentina (Urgara) está llevando adelante un bloqueo de accesos por tiempo indeterminado en la puerta de las instalaciones. Si bien la fábrica está totalmente parada desde la semana pasada, la carga de camiones con transporte de biodiesel continuaba hasta ayer, ahora interrumpida por la medida de fuerza de Urgara que se está realizando en conjunto con los trabajadores del gremio de Aceiteros.

“La empresa comunicó que presentarán una oferta superadora en cuanto a las indemnizaciones, respecto de la última reunión en la Secretaria de Trabajo de la provincia, pero no especificaron cuál es porcentaje real superior al 50% que ellos plantean. Además, están vaciando la planta y los puestos de trabajo de la totalidad de los compañeros peligran. Viluco quiere cerrar sin resolver el conflicto, por lo que con el conjunto de los trabajadores resolvimos en el mediodía de ayer iniciar una medida de fuerza en el acceso al ingreso de camiones por tiempo indeterminado”, explicó el delegado local del sector de Acopios de URGARA, Hugo Toledo.

La planta de Viluco es una de las últimas que se construyeron en el país. Fue inaugurada el 16 de diciembre de 2009, en un acto que contó con la presencia de la ex presidenta Cristina Kirchner. La inversión había sido de us$90 M. Es la única planta de crushing de soja y producción de biodiésel en toda la región Noroeste, y el plan original era que absorbiera las cosechas de soja de Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Tiene capacidad para procesar hasta 1 millón de toneladas del poroto por año. También estaba preparado para producir 200 mil toneladas de biodiésel.

La empresa venía con complicaciones desde hace tiempo, todas producidas por medidas del gobierno nacional. Por un lado la quita del diferencial de renteciones entre el poroto y el aceite le complicó el negocio aceitero. Luego la decisión del gobierno nacional de pisar los precios del biodiesel que las pymes, como Viluco, le venden a las petroleras como corte obligatorio para el gasoil.

La firma Viluco S.A. presentó este mes ante la Secretaría de Trabajo de Santiago del Estero el pedido de aprobación de un Procedimiento Preventivo de Crisis con el fin de despedir con indemnizaciones al 50% de su valor y en cuotas a 55 trabajadores del sector de acopios representados por Urgara, que forman parte de los 117 totales que la empresa buscaba despedir. 

Sin embargo, recientemente Viluco procedió a suspender a los 83 empleados restantes, que continuaban desempeñándose en el sector encargado de la producción de biodiesel, por lo que son 200 los puestos de trabajo que en este momento peligran.“Queremos una solución real y definitiva a nuestro conflicto. Se trata de un proceso fraudulento que intenta vulnerar nuestros derechos como trabajadores; desde Urgara no lo vamos a permitir. Los trabajadores estamos dispuestos a seguir adelante con la actividad porque es rentable y queremos nuestros puestos de trabajo”, señaló Hugo Toledo, quien conduce la Delegación Noroeste de Urgara.