Las jeringas de industria nacional ahora serán made in Rosario

Hace casi cuatro años, un incendio de grandes proporciones destruyó la fábrica de plástico Geminelli SA (con su marca registrada Gemplast), ubicada en la zona sudoeste de Rosario, casi en el límite con Pérez. Las llamas consumieron por completo el galpón de Geminelli SA, dónde funcionaba el área de producción de la empresa. Las pérdidas fueron totales.

Con el tiempo, la industria del plástico logró ponerse de pie; se reconstruyeron dos naves de producción, las máquinas volvieron a encenderse y Geminelli resurgió de las cenizas. Sin embargo, la empresa sufre hoy un difícil situación producto de la crisis económica. “Esto es peor que el incendio, estamos a media máquina desde abril”, lamentó Yamila Geminelli, al frente de la empresa junto a Edgardo Geminelli, padre y fundador.

Incluso a mediados del año pasado, estuvo a punto de cerrar un acuerdo con la empresa Martinazzo para fabricar a nivel local cubiertos de la marca brasileña, pero la devaluación del peso enfrió la gestión. “El proyecto con Martinazzo estaba cerrado, pero con el salto de dólar quedó trunco. De todas maneras, hoy estamos en tratativas para ver si podemos retomar el tema”, explicó Geminelli.

En su lugar, para tratar de capear el temporal, la industria del plástico rosarina llegó a un acuerdo con una importante firma que acaba de comprar Productos Médicos Descartables SA, la fábrica de jeringas descartables más grande del país, para encargarse de toda la producción en Rosario.

El viernes pasado llegaron las primeras cinco matrices a Geminelli y, tras firmar un contrato de exclusividad, la industria rosarina producirá jeringas en planta, quedando en Buenos Aires solo la parte de esterilización y empaque. “La idea es optimizar los procesos para llegar lo antes posible a la capacidad máxima de producción, eso reemplazará parte de lo que hoy Argentina importa. Paralelamente se está trabajando en el análisis de otros productos inyectados en plástico relacionados con la medicina”, explicaron desde la empresa local.  

En Rosario, se fabricará la parte plástica de las jeringas y el resto de línea de producción se hará en Buenos Aires. “Contamos con las máquinas y el personal capacitado para hacerlo, y es una ventaja porque eso significa que no tenemos que realizar inversión en este momento”, opinó la empresaria.

De todas maneras, el contexto actual aprieta y en Geminelli aseguran que temen las consecuencias de la crisis actual, “ya que las condiciones financieras del país más la dificultad en la cadena de pagos impiden el normal abastecimiento de capital de trabajo”.