Viene del rubro médico, se subió a la ola y montó su propia vermutería

El vermú, que para muchos se asocia con los abuelos y las generaciones pasadas, hace tiempo se instaló entre los más jóvenes. De la mano de nuevas etiquetas nacieron las vermuterías, que hoy se reproducen por todo el país y Rosario no es la excepción. De hecho, hace pocos días se sumó un nuevo jugador local: La Sexta Vermú (Viamonte entre Maipú y San Martín), un emprendimiento joven que camina de la mano de dos socios amantes de la bebida. 

María Florencia Quiroga es médica pediatra, pero toda su vida soñó con gerenciar su propio bar. Junto a Luciano Corbino, gastronómico con ruedo en el rubro cafetería, dio vida a un negocio que da pelea a las cervecerías. “Queremos instalar nuestra impronta de club social, brindar ese espacio que a veces falta en la noche rosarina cuando uno termina la jornada laboral y quiere reunirse con amigos”, dijo Quiroga Punto biz. 

Uno de los objetivos que se trazaron con La Sexta Vermú es focalizar en el concepto "barrial", descentralizar las típicas locaciones de bares y proponer una alternativa para que los vecinos no tengan que moverse hasta Pichincha o Pellegrini. “La idea es que el bar represente a República de La Sexta, un barrio icónico y con historia de inmigrantes que trabajaron en el puerto, en el rubro ferroviario, donde el río Paraná fue importante y se gestó el proyecto de ciudad universitaria”, destacó la médica, que dio sus primeros pasos en el Hospital de Niños Zona Norte. 

En la Sexta Vermú vas a encontrar vermús de distintas marcas y otras bebidas típicas, y el menú se completa con fiambres, quesos y pizzas caseras de estilo napolitano. Está en los planes también ofrecer en formato Bag in Box el vermú Pichincha, que fue premiado como el mejor del mundo, y actualmente Florencia y Luciano trabajan  en su propia marca de destilado. 

El puente con los clubes 

El proyecto tiene una ligazón con los clubes del barrio (el Tala, Sportsmen, Temperley, Atalaya) y su idiosincrasia. “Queremos hacer hincapié en los clubes de barrio, por eso a la vermutería le colocamos el mote de ‘club social’. Los clubes son parte de la esencia del barrio y son fundamentales porque generan espacios de encuentro vitales para la población. Eso es lo que queremos reivindicar", aseguró la joven. 

“Cuando comenzamos la búsqueda de locales, apareció este y era el adecuado para nuestro proyecto. Tiene una gran vereda, es una zona tranquila, y tanto Luciano como yo hemos vivido en este barrio. Además hay locales comerciales, está en la cercanía a universidades y se está generando una movida nocturna muy interesante”, refirió. Y en cuanto a por qué eligió una vermutería para iniciarse en el negocio, sostuvo: “Me fascina el vermú, me encanta probar distintos sabores y brebajes, siempre hago recorridas en un montón de restaurantes, conozco mucho".