Una cosechadora en Argentina sale el doble que en EE.UU. y Brasil

Un reciente informe del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (Crea) pone el foco en el fuerte encarecimiento de la maquinaria agrícola en Argentina, producto de las prolongadas restricciones a las importaciones que el país ha mantenido en los últimos años.

Según el análisis, esta política comercial tuvo un impacto directo en los costos del sector agropecuario, disparando los precios locales en comparación con los valores de referencia a nivel global.

El documento destaca que, desde 2022, las trabas al ingreso de bienes del exterior provocaron aumentos significativos en dólares: entre 2021 y 2024, las cosechadoras subieron en promedio un 47%, los tractores un 46% y las sembradoras un 38%. Aunque en 2024 comenzó a observarse una cierta normalización del comercio exterior, Crea advierte que las bajas en los precios son apenas marginales.

La comparación con otros países productores de alimentos -como Brasil, Estados Unidos, Australia y Canadá- revela un escenario aún más complejo. Los precios de la maquinaria usada en Argentina se encuentran entre un 50% y un 163% por encima, dependiendo del tipo de equipo, y la diferencia es incluso más abultada si se mide en términos de granos, debido al impacto de las retenciones a las exportaciones.

Esta situación no solo afecta al mercado de maquinaria usada. También en el segmento de equipos nuevos se observan diferencias importantes, que oscilan entre un 11% y un 66% más en el mercado argentino.

La consecuencia directa recae sobre los productores y las empresas agropecuarias, que ven reducida su competitividad por el mayor costo de capital. En este contexto, Crea plantea la necesidad de una mayor apertura comercial y un entorno más competitivo, que permita revertir los aumentos acumulados en los últimos años. Solo así -señala el estudio- será posible aliviar la carga financiera del campo, tanto para quienes invierten en maquinaria propia como para quienes contratan servicios de terceros.