Tras más de 70 años, cerró histórico local de la peatonal

Histórica librería de la peatonal bajó definitivamente la persiana. Después de más de 70 años de historia, Scarabino cerró el pasado 1°de julio su local emblema de calle Córdoba, casi esquina Corrientes. Fue el punto final para un negocio que supo brillar por décadas y que comprometió a tres generaciones. Los altos costos de los servicios sumado a problemas de ingreso de mercadería terminaron por darle el tiro de gracia. 

“Llegó un punto en que ya estábamos remando en cemento, no en dulce de leche”, confió a Punto biz Leonardo Scarabino, tercera generación. Y sostuvo: “Lo tendríamos que haber hecho hace cuatro años, lo que pasa es que uno siempre tiene la esperanza de que se puede mejorar o de que abran la importación. No tengo mercadería para vender. Hay unos bustos de Marvel (piezas coleccionables) que son buenísimos. Yo tenía 20 clientes fijos y me mandaban uno. Está saliendo para armar un Terminator, una colección hermosa, tenía 16 anotados y me llegan cuatro". 

El 7 de octubre la librería hubiera cumplido 71 años. La abrió el papá de Pablo Scarabino, ex presidente de Rosario Central, y desde que él falleció en 2013 continuaron con el negocio su esposa y sus dos hijos. La última librería sobreviviente de su tipo en Rosario, en un corredor donde es más habitual encontrar comercios de ropa, zapatos y marroquinería. Tenía una clientela fiel, productos importados que no se consiguen en cualquier tienda y mucha historia en sus paredes. Incluso era una parada obligada si ibas a tomar el colectivo en la esquina. 

“Los altísimos gastos de luz, API, TGI y agua también influyeron en la decisión”, apuntó. Sin embargo, le buscaron la vuelta para que la tradición no se perdiera y Scarabino aparte de seguir activo en redes sociales, tiene nueva dirección -aunque con una estructura bastante más acotada-: “Me fui a un kiosco de Rioja al 1400, esquina Corrientes. Lo tenía un señor que se jubiló, estuvo abandonado por cuatro años, y ahora seguimos nosotros”. Dos días después de haber cerrado definitivamente el negocio de calle Córdoba, abrió el nuevo puesto. 

Lo cierto es que como el local es muy valorado por su arquitectura y ubicación, ya encontró inquilino. No es del palo, pero tiene cepa rosarina y casi una docena de sucursales. El espacio actualmente está en obras y esperan ponerlo a punto en los próximos 60 días. Será el primer desembarco en la peatonal para la marca, que también cuenta con otros puntos de venta por la zona.