Tras la hecatombe de la sequía, ¿habrá viento de cola en 2024?

El anuncio del “staff level agreement”, conocido finalmente este viernes en el marco de las negociaciones entre el equipo económico de Sergio Massa y el Fondo Monetario Internacional (FMI), es una señal que cuaja bien en el mercado sobre todo ante un semestre aciago en materia de ingreso de dólares y en un año para el olvido tras una sequía histórica que privó a la Argentina de u$s20.000 M.

Pero así como la chance de un entendimiento con el principal acreedor del país que permite despejar obstáculos hasta fin de año para un economía de por sí complicada por el equilibrio en el que se manejan las autoridades de Gobierno entre la exorbitante inflación y la negación sistemática a una devaluación tradicional que repercuta aún más en el universo de precios domésticos, ya existen coincidencias que permiten confirmar un horizonte positivo en materia de ingreso de divisas al país a partir de 2024.

Según las últimas proyecciones económicas, Argentina se prepara para un destacado aumento en sus exportaciones en el año 2024. Diversos sectores clave, como la producción agroalimentaria, los recursos de Vaca Muerta y la industria minera, están impulsando este pronóstico optimista. Claro, a la chance cierta de una plataforma de despegue propicia, la nueva gestión al frente de la Casa Rosada deberá sumarle un planteo reformista de las cuentas públicas ya que a quien ocupe el Ministerio de Economía el año que viene le tocará remontar una economía en declive, el stock de reservas en rojo y un esquema de deuda “escondida” también muy acuciante dado por los pagos por importaciones que se van a posponer para la próxima administración.

Así y todo, las previsiones de la economía real son optimistas. Aunque los centros de estudios económicos de las entidades señeras en el análisis del comercio exterior todavía no han expuesto sus anticipos firmados sobre cómo será, por caso, el panorama agroexportador en 2024, hoy existen indicativos claros que permiten vislumbrar que las campañas de trigo, soja y maíz no serán como las actuales.

Ya hay números dando vuelta fuera de los canales oficiales. Punto biz pudo acceder a un borrador que permite arribar a una pista sobre lo que podrían dejar los envíos al exterior de los tres cultivos principales del país en base a las cotizaciones actuales. Sobre todo en trigo y maíz, que por nuevas instancias de violencia entre Rusia y Ucrania hoy experimentan interesantes precios a nivel global, las proyecciones a 2024 prometen y mucho, siempre y cuando los valores actuales persisten en el tiempo.

Si de trigo se trata, con una producción estimada en 15.120.000 toneladas y partiendo de la base de un precio FOB al 27/7 de u$s331, los esperado para el año que viene ronda los u$s u$s5.004.720.000. En maíz, con una producción estimada en 45.000.000 toneladas y un valor FOB al 27/7 establecido en u$s244, se habla de una campaña 2023/24 de u$s10.980.000.000. Por último, el cálculo en soja es de una cosecha de u$s23.989.528.655 con una producción promedio a partir de las últimas 6 campañas establecida en 41.648.487 de toneladas y un valor FOB de u$s576. Los montos graficados parten de la base de las condiciones meteorológicas definidas en lo que va del año en relación a los resultados de otras campañas que fueron anticipadas por regímenes de lluvias como los de este 2023, donde el panorama de sequía extrema comenzó a revertirse. La suma de los resultados pronosticados da u$s39.974.248.655. El doble de lo que se calculó para este ciclo.

Hay otro elemento a considerar a la hora de identificar el número que publicamos aquí como dato preliminar: nunca antes en los registros recientes se encadenaron tres años de falta de humedad como los que golpearon a esta región del globo. Así y todo son cifras que ya circulan entre agentes ligados al mercado de granos.

“Si los datos que se manejan de manera informal entre los actores del mercado se cristalizan finalmente, se trata de un resultado es fenomenal y así como están dados me parecen cifras razonables”, reconoce a la hora de analizar las variables el especialista en comercio exterior, Jorge Castro, en diálogo con Punto biz.

Pero hay otros elementos que resultan positivos. “En el 2024, Argentina espera aprovechar plenamente los recursos de Vaca Muerta, lo que le permitirá ahorrar alrededor de u$s2.600 M en la cuenta energética. Además, se proyecta que las exportaciones de petróleo y gas provenientes de Vaca Muerta alcanzarán los u$s6.000 M, consolidando la posición del país como un importante exportador de hidrocarburos. Quizás esa última cifra no se detecte a ese nivel el año que viene, pero seguramente será la realidad del ciclo siguiente”, planteó Castro con optimismo.

“La situación indica que acá hay un fin de ciclo y comienzo de uno nuevo a partir del fin de año. El punto que conviene señalar es que a partir de 2024, y de hecho las condiciones pueden anticiparse a noviembre-diciembre de 2023, comienza un nuevo ciclo en la economía argentina dado por los esperados rindes de la los cultivos principales, un mejor horizonte en materia de explotación hidrocarburífera y un muy óptimo panorama en lo que a minería respecta”, sumó el especialista.

Castro citó al ministro de economía, Sergio Mazza, al exponer que “la industria minera estaría en condiciones de exportar en 2024 u$s3.800 M” reflejando así que el país buscará aprovechar la creciente demanda global de litio por un lado, y de cobre por el otro, particularmente ante la disminución de las reservas de dicho mineral en Chile.

“El cobre se está desplegando de este lado de la Cordillera justo cuando los yacimientos en Chile se están agitando. Se trata de una ventaja competitiva muy fuerte”, acotó Castro.