Textil recuperada por su personal anda a los tumbos y acumula rojo con la EPE

Sometida a los vaivenes propios de una cadena de valor muy inestable, la Cooperativa Algodonera Santa Fe atraviesa un presente complicado común al de otras fabricantes de insumos textiles. La suba de los costos de la materia prima -debido a que los productores algodoneros les conviene exportar- han derivado en que se les haga muy cuesta arriba la producción. Así la planta ubicada en Reconquista opera a menos de la mitad de su capacidad y con solo el 40% de sus asociados (personal) operando en la fábrica ante la fuerte merma del trabajo. En el medio, la empresa de base social acumula una millonaria deuda con la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

Corría febrero de 2022 y Juan Riquel, presidente de la Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe Ltda. daba precisiones de un ambicioso plan para incorporar equipamiento para incrementar en un 100% el regimen de producción. Aquellas instancias parecen haber quedado atrás, cuando desde enero de este año el negocio se vio seriamente afectado por la disparada de los precios de los insumos.

“El negocio del algodón se hizo muy propenso al mercado externo, mejoraron los precios y hoy al algodonero le conviene exportar antes de venderlo a las textiles locales. En ese marco para nosotros los valores de adquisición de materia prima se elevaron al punto de hacer muy poco rentable la manufactura”, precisó Riquel, en contacto con Punto biz.

La ecuación no cierra porque el insumo dolarizado que adquieren para hacer funcionar la planta no se traduce en un hilado equiparado con el valor del dólar cuando desde la algodonera venden su producción. “Las tejedurías que son ni más ni menos las que adquieren nuestros hilados de algodón natural y los hilados sintéticos con fibra de poliéster están la misma situación, demandan muy poca mercadería y la cadena parece haberse cortado por el eslabón más delgado”, indicó el titular de la cooperativa, respecto de la realidad que atraviesan.

El resultado es el de un régimen de producción resentido. “A partir de enero de este año cuando atravesamos lo más severo de la crisis, operamos en la planta solo el 30% de los 130 asociados que tenemos. Hacíamos esquemas rotativos por semana. Hoy la situación se acomodó en parte, y producimos con el 60% de la gente y con menos de la mitad de capacidad instalada que originalmente está en las 120 toneladas al mes.

El presente de altos costos de la materia prima y poca demanda de sus hilados redunda en un ingreso a cuenta gotas para los asociados. “Lo que recibe de bolsillo cada uno de los integrante de la cooperativa es unos $70.000 que es menor al salario mínimo, vital y móvil. En ese monto está el monto que entrega el Estado Nacional en el marco del programa Potenciar Trabajo. Realmente es una situación muy adversa”, sumó Riquel.

El sistema se complejiza aún más con la deuda que la cooperativa acumula con la EPE. “Tenemos un consumo mensual de luz del orden de los $8 M y se hace muy difícil abonar en tiempo y forma. En la actualidad acumulamos deudas con la EPE en torno a los $30 M, solo por tirar una cifra antojadiza”, dijo.

Al parecer la cooperativa intentó reunirse en varias oportunidades con el gobernador Perotti para graficar la situación que atraviesa la compañía de base social pero hasta el momento los intentos resultaron infructuosos.

La cooperativa ha establecido alianzas estratégicas que le han posibilitado subsistir en un mercado muy difícil. Somos proveedores de varias cooperativas textiles, tal el caso de Alcoyana, empresa también recuperada por el personal, “que fabrica toda la línea de sábanas y acolchados con fibras que nosotros les proveemos”.

La quiebra de la vieja sociedad privada Algodonera Santa Fe se precipitó en 2015 y recién en 2017 el plantel de personal formalizó la constitución de la cooperativa de trabajo, que implicó fuertes inversiones para recuperar techos y poner a punto equipamiento casi obsoleto. Con base en el Parque Industrial de Reconquista, en la pandemia fue clave para la firma social la producción de gasa de uso médico. “Ante la emergencia sanitaria nos convertimos en proveedor del Estado y eso fue central para que no perdamos capacidad de producción”, puntualizó.