Rosarinos tentaron a firma europea con nueva fórmula para proteger cultivos

Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) que depende del Conicet y la UNR consolidaron un consorcio de trabajo con miras a escalar un proyecto para procesar la variedad criolla de la hierba del romero y convertirla en un protector líquido de cultivos contra patógenos. El desarrollo integra a países de Unión Europea (UE) y la empresa irlandesa BioAtlantis, especialista global es biofungicidas.

“Trabajamos sobre un extracto acuoso y confirmamos que tiene la función protectora. El plan es formularlo finalmente en un producto que salga al mercado. Podrá ser solo el extracto o en otras combinaciones, quizás como reemplazo o disminución del porcentaje de producto químico que uno tiene que emplear en el campo”, expuso Lucila García, biotecnóloga e investigadora del Conicet en el IBR, en contacto con Punto biz. 

El hecho de trabajar con una receta natural fue un elemento clave para conseguir la atención y el financiamiento de un millón de euros hasta el año 2027, por parte del Programa Marie Skłodowska-Curie Actions (MSCA-Staff Exchange) de la Comisión Europea.

Entre las particularidades del modelo de trabajo, es que no solo la que se emplea es la especie criolla de romero según la categorización del Inta, se trata de la especie que crece en Concarán, provincia de San Luis. “Las propiedades de la hierba dependen íntimamente de la condición edafológica en la que se desarrolla y por eso, a pesar de haber probado en plantas de otras zonas, nos concentramos en extraer las propiedades del romero puntano”, explicó García. El equipo del Conicet en Rosario está comandado por la biotecnóloga María Rosa Marano.

El consorcio de países europeos que integra el desarrollo se llama CropPrime, y se trata de una alianza que busca llegar a la formulación de un producto comercial en base a una mezcla sinérgica de compuestos de origen natural, que constituya una alternativa no tóxica y amigable con el ambiente. “Cada uno de los proyectos que integran CropPrimer tiene como base que un 70% de las fórmulas sean no químicas”, aclaró García.

Pero lo más interesante de la iniciativa es que incluye un vínculo directo con el capital privado, en este caso a través de la firma irlandesa BioAtlantis. “La empresa está muy interesada porque hace productos de base natural y en este caso de tecnología marina y cuando observaron los resultados se quedaron muy estimulados. Por eso quieren que sigamos desarrollando el programa hasta arribar a un modelo de negocio. Faltan todavía muchos pasos y la idea es clara: obtener un producto. En términos de producción podría realizarse sin ninguna duda en nuestro país”, confió la investigadora.

La especie Salvia rosmarinus, como se denomina al romero en el ámbito científico, ha ganado importancia en el campo de la investigación por sus atributos como antiinflamatorio, microbicida y antioxidante. Se ha probado que estos efectos son dados por los metabolitos secundarios más abundantes en la planta: el ácido carnósico, el carnosol y el ácido rosmarínico.