Récord de ausentismo en Rosario: menos de la mitad del padrón fue a votar

La jornada electoral de este domingo dejó un dato que encendió luces rojas en toda la dirigencia política santafesina: Rosario registró una de las participaciones más bajas desde 1983. Con una concurrencia estimada en apenas el 52% del padrón a nivel provincial, Rosario estuvo por debajo de ese promedio, repitiendo la tendencia que ya se había observado en las Paso de abril.

Pese a los esfuerzos por convocar a las urnas —tanto desde la política como desde los medios—, la apatía pudo más. El frío intenso, con temperaturas bajo cero por la mañana, y una elección centrada en cargos legislativos locales, como el Concejo Municipal, no lograron motivar al electorado.

“Hubiésemos querido que la participación fuera mayor. Lo que se expresó con el voto en blanco en otros momentos, hoy se manifiesta con la inasistencia”, reconoció Pablo Ayala, secretario electoral de la provincia. A pesar de que todas las mesas estuvieron constituidas antes de las 8:45, según un relevamiento conjunto con la Policía de Santa Fe, se detectaron ausencias importantes entre las autoridades de mesa, algo que también refleja cierto desinterés cívico generalizado.

Uno de los datos más preocupantes fue el alto nivel de ausentismo entre los jóvenes de 20 a 30 años, el grupo que más esquivó las urnas. Una tendencia que no es exclusiva de Santa Fe, y que también se replicó en otras provincias como Buenos Aires, Chaco, Salta, San Luis y Jujuy, donde este año también se registraron caídas pronunciadas en la participación electoral respecto a 2021.

En Rosario, incluso después del mediodía —cuando sólo había votado cerca del 20%—, el llamado de los candidatos no logró revertir el panorama. Juan Monteverde, Juan Pedro Aleart, Carolina Labayru, Lisandro Cavatorta, Carla Deiana y Roberto Sukerman coincidieron en pedir mayor involucramiento ciudadano, pero la respuesta fue tibia.

La vicegobernadora Gisela Scaglia admitió su preocupación: “Es un tema que se viene dando en todo el país. Tenemos que repensar nuestros mecanismos electorales. ¿Cuántas veces vamos a convocar a la gente a votar por año? La ciudadanía no está interesada, y eso nos tiene que interpelar”.