Qué puede pasar con el dólar tras el fin del cepo cambiario

La decisión del gobierno de Javier Milei de poner fin al cepo cambiario ha generado una ola de análisis y pronósticos sobre el devenir del dólar en la economía argentina. Tras años de restricciones, la unificación del mercado de cambios plantea interrogantes sobre la estabilidad de la moneda, el traslado a precios y las implicancias para sectores clave como el agro. Para comprender las diferentes perspectivas, Punto biz consultó a tres economistas con visiones contrastantes sobre el futuro cercano.

Diego Ponzio, director de Punto Finanzas, se muestra cauto pero optimista. "El dólar en el corto plazo va a depender muchísimo de las expectativas, de la confianza que genere el programa económico, fiscal y monetario, de las expectativas de los agentes económicos, y un factor clave es la liquidación de la cosecha gruesa", afirmó. En cuanto al largo plazo, Ponzio anticipa un esquema de "flotación administrada, sin bandas", aunque reconoce que aún falta estabilizar el nuevo sistema. Sobre el traslado a precios, el economista consideró que dependerá del nivel de la demanda, proyectando un impacto inflacionario acotado en el corto plazo, aunque subrayó la importancia del "superávit fiscal y el apretón monetario" para el éxito del modelo. Respecto al sector agropecuario, Ponzio señaló que la suba de retenciones y la reciente baja del dólar generarán incertidumbre, dependiendo de la evolución de la flotación administrada y las necesidades de capital de trabajo de las empresas.

Por su parte, Hernán Letcher se mostró más escéptico sobre la capacidad del gobierno para controlar las variables económicas. "¿Podrá evitar el gobierno que la devaluación se traslade a precios? Si querían evitar que se traslade a precios llegaron tarde, porque ya hubo algo de impacto en marzo y una remarcación fuerte en abril. Creo que, en cualquier escenario, vamos a tener un salto inflacionario en el mes de las elecciones o después de la votación", advirtió. Letcher también expresó preocupación por la liquidación de divisas del sector agropecuario si el tipo de cambio se mantiene bajo, lo que podría dificultar la acumulación de reservas exigida por el FMI. En cuanto a la liberación del cepo para empresas, el economista consideró que se mantendrán restricciones importantes hasta después de las elecciones, dependiendo de la acumulación de divisas. "Se mantiene un cepo importante para las empresas que no lo sacaron porque el riesgo de una corrida o un salto mayor del tipo de cambio era una posibilidad importante. Imagino que el Gobierno va a querer liberarlo después de las elecciones, progresivamente", sostuvo.

En una línea más optimista en el corto plazo, Gustavo Neffa destacó el "fuerte respaldo al Banco Central con engrosamiento de reservas" tras la eliminación del cepo. "Esto generó un impacto muy grande a todos los activos en pesos. Tuviste una fuerte suba de todos los activos valorizados en pesos. Volvieron a tener atractivo", analizó. Neffa incluso proyecta una baja del tipo de cambio hacia la zona de los 1.100 pesos, "contra todos los pronósticos iniciales". Sin embargo, advirtió sobre el desconcierto de los exportadores ante esta situación. Respecto a la inflación, Neffa inicialmente vislumbra una convergencia a valores cercanos al 4% mensual como "el costo que debe pagar la Argentina por abrir el cepo", gracias a un Banco Central más fuerte y una revalorización del peso. No obstante, alertó sobre la vulnerabilidad ante un deterioro del panorama internacional. "Creo que entramos en una zona complicada a muy corto plazo, en la que habrá un poquito más de movimiento hacia las elecciones, pero igual yo no lo veo por arriba de 1.400, salvo que el panorama internacional se deteriore mucho y Argentina esté expuesta a los coletazos de todo eso", concluyó.

El fin del cepo cambiario abre un nuevo capítulo en la economía argentina, marcado por la incertidumbre y la necesidad de monitorear de cerca las variables clave. Las diferentes visiones de los economistas reflejan la complejidad del escenario y los desafíos que enfrenta el gobierno para tratar de estabilizar el mercado de cambios y evitar un nuevo salto inflacionario. El comportamiento del dólar en las próximas semanas y meses será determinante para medir el impacto en la vida cotidiana.