Los desafíos del sector agtech para encontrar financiamiento

Los cambios en los hábitos alimentarios, el crecimiento demográfico, el cambio climático y el deterioro de los suelos imponen nuevos desafíos en la industria alimentaria y agrícola y en ese marco, los desarrollos a escala global en el rubro agrifoodtech tienen todo por crecer, más bien, todo por monetizar, en caso de que alcancen escala comercial.

Ahora bien, en términos internacionales y después del fuerte salto que significó el financiamiento para la innovación en el campo en la instancia post pandémica, hay coincidencia entre los principales actores ligados a los fondos de inversión de riesgo, en que para el capital de riesgo ha mermado y mucho el financiamiento a quienes están en fase de laboratorio. 

El fenómeno se evidenció a niveles planetarios pero quizás la mayor caída se observa en América Latina, región que atraviesa una coyuntura propia que no ayuda, además de que se trata de un área donde el espaldarazo de inversores externos de base no consigue despegar.

“Si bien la merma de financiamiento fue un fenómeno global, al analizar la cuestión por regiones, se detecta que la caída de la inversión en agrifoodtech que ha sufrido Europa luego de la cúspide que se generó tras la salida de los más fuerte del Covid, no tiene nada que ver con la caída de inversión que ha sufrido Latinoamérica. Nosotros en esta parte del mundo hemos sufrido más del doble de la caída de inversión de lo que ha podido sufrir Europa, además de que el viejo continente, con gran capacidad de resiliencia, ya está saliendo adelante con mucho aporte de fondos públicos, algo que aquí no sucede”, reflexionó Teresita Di Marco, representante para Latam de The Yield Lab, una red de fondos globales que operan en Asia-Pacífico, Europa, Norteamérica y Latinoamérica, en contacto con Punto biz.

Di Marco fue una de las disertantes en el Agtech Forum que organizó la última semana la Bolsa de Comercio de Rosario, en un panel dedicado a las oportunidades para Argentina y la región en lo que a inversión en innovación se refiere. “En el país y en la región no tenés apoyo estatal, y tampoco se encuentra la educación del inversor local. En ese contexto el inversor extranjero todavía no se anima a invertir en la región a gran escala, porque mira la región con desconfianza por cuestiones políticas, sociales, culturales. Eso eso hace que se vaya menguando el flujo de inversión. Hay que activar el círculo virtuoso para tener inversores locales invirtiendo en startups locales”, consideró Di Marco.

De acuerdo a la mirada experta de los asesores que guían los desembolsos de los fondos de inversión “9 de cada 10 compañías fallecen. Hay que morigerar la tasa de mortalidad, después si logran transformarse o no en unicornios, es otra cosa”. La cita corresponde a Juan Cabrera, referente de Xperiment. Entre los elementos que juegan para desarollar ideas que permiten crecer y transformarse en esquemas de aplicación rentables, en atravesar el desafío de adaptar soluciones tecnológicas a las necesidades locales.

“A pesar de la gran cantidad de inversión que ha ingresado al sector en la última década, la adopción tecnológica sigue siendo limitada, y en gran parte se debe a la falta de comprensión del mercado y sus necesidades específicas. Eso penaliza la posibilidad de que haya financiamiento local que apalanque iniciativas cuando los aportes a nivel global están a la baja, como ocurrió en el último tiempo”, postuló, por su parte, Florencia Solari, referente del fondo Glocal, que conecta a emprendedores de etapas tempranas con grandes compañías consolidadas en el sector.

“Los fondos de inversión, las startups y los productores deben trabajar de manera colaborativa para superar los obstáculos de financiación, adopción tecnológica y adaptación a las particularidades”, insistió Solari.

El cambio de conciencia respecto de los plazos para los retornos de las inversiones en desarollos a campo también forma parte de lo que falta por inculcar a muchos inversores con potencial en el país  en la región, pero que se vuelcan a carteras de inversión más tradicionales. “Trabajar a campo es trabajar con ciclos biológicos y ciclos productivos largos, entonces todo lo que es el tiempo de validación depende de instancias biológicas que no respetan el tiempo del mercado. Es ahí donde te das cuenta que en realidad el desafío está atado también a que somos una industria que tiene otros tiempos, que es necesario comprenderlos. No obstante, es una industria que te va a permitir capitalizar un montón de cuestiones puertas adentro, estando en contacto con innovación, con tecnología, entendiendo las tendencias del mercado, cumpliendo con métricas de sustentabilidad que los futuros compradores van a pedir.