Heredó metalúrgica familiar, pero por la baja venta va camino a la quiebra

Con leyes sociales y sueldos adeudados, el personal de Industrias Barabino SRL se dio por despedido el mes pasado en Rufino. La fábrica, dedicada a la producción de casillas de uso rural, dejó de operar complicada por la acumulación de deudas en un contexto de fuerte retracción de deudas. “Ya está definido, vamos a la quiebra. Es realmente muy triste porque le estamos poniendo punto final a una historia de 60 años iniciada por mi padre”, se lamenta Néstor Barabino, heredero de la empresa que fabricaba con la marca Artemetal.

Ocupando un predio de la manzana sobre uno de los accesos a Rufino por la Ruta 33, Industrias Barabino SRL sufrió no solo las complicaciones que alcanzaron a otros proveedores metalúrgicos para el sector del agro, sino que también quedó afectada por una transición generacional que no se pudo adaptar a los nuevos tiempos. “En el momento de mayor esplendor la fábrica supo tener 22 empleados y en el tramo final quedaron 11 trabajadores. Con mi padre ya muy mayor a mi me costaba avanzar en una reducción más profunda del personal y no pudimos adaptar el plantel al poco margen de trabajo que estábamos experimentando, eso fue un factor determinante para la situación actual”, precisó Barabino en contacto con Punto biz.

El resultado fue que se acumuló una deuda importante de aportes sociales para el reducido equipo de colaboradores que quedó ligado a la compañía, hecho que se profundizó con un rojo importante en la obra social metalúrgica y por último la demora en la liquidación de los salarios. “En las últimas semanas antes de que el personal con la asistencia del gremio se diera por despedido, los trabajadores iban a la fábrica y prácticamente no había tarea por realizar”, expuso Diego Olave, secretario general de la filial Venado Tuerto de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con jurisdicción en Rufino.

“Este año vendimos apenas siete casillas, que es un flujo muy escaso para mantener planta y personal. Hoy sigo yendo a la planta pero todo lo que se va liquidando va para saldar deudas con los empleados, con la mayoría de ellos tengo diálogo directo y están entendiendo lo que sucede. Estimo que con la activación de la quiebra se va a poder saldar la deuda que tenemos acumulada”, confió el empresario.

La crisis de Artemetal se profundizó en el segundo semestre de 2023, cuando las ventas cayeron abruptamente. “Desde 2021, en rigor de verdad, veníamos complicados. El encadenamiento de las sequías significó un descenso de la curva de demanda, pero la situación empezó a ser insostenible el año pasado”, expuso el hombre que intenta colocar las últimas casillas que quedan por comercializar para intentar “ir tapando agujeros”.

Entre los activos que tiene la compañía está el terreno fabril de una manzana, con planta incluida. “Todo el predio está en sucesión a partir de la muerte de mi padre por lo que tampoco tuvimos alternativa alguna para achicar superficie y vender alguna parcela de terreno”, concluyó Barabino.