El tipo de cambio fijo con inflación de dos dígitos es otra devaluación

El dólar paralelo parece haberse tranquilizado. Desde los $770 que alcanzó el día después de las Paso se colocó ahora en $720. Como ya dijimos en números anteriores, estos valores no son los mayores que alcanzó el dólar paralelo.

En los meses del estricto confinamiento por el Covid, el dólar paralelo se ubicó por encima de los $800 a precios actuales y a la salida del confinamiento se posicionó en $964 a precios de hoy. Esto fue en octubre del 2020 cuando, en términos nominales, el dólar paralelo tocó los $200 y la vicepresidenta hizo una reprimenda pública al entonces Ministro de Economía Martín Guzmán.

La reactivación de la actividad económica en el mundo por el relajamiento del confinamiento por el Covid levantó los precios internacionales de los productos que exporta argentina, así que entraron dólares para calmar el valor del paralelo. En el 2021, el dólar paralelo se ubicó en el orden de los $700 actuales. Luego vino la guerra de Ucrania, que dio otro empujón para arriba a los precios del campo (se ubicaron en niveles históricos), y se produjo otra entrada de dólares, lo que llevó al dólar paralelo a un valor de $551 a precios actuales con la salida del Ministro Guzmán por la crisis de financiamiento del Tesoro.

Luego vino la ministra Silvina Batakis, se produjo una crisis de confianza y el dólar paralelo subió a lo que hoy serían $783. Allí fue cuando entró Sergio Massa, colocó al dólar paralelo en un valor que hoy serían unos $600, con oscilaciones producidas por las emisiones monetarias de los dólares soja, hasta que llegaron las Paso nacionales. Derrota del gobierno, triunfo inesperado de Javier Milei, el gobierno necesitaba que el FMI le devolviera los u$s7.200 M que le había pagado en julio, así que se devaluó el dólar oficial que llevó al paralelo a $770.

Si bien este valor puso clima de crisis cambiaria, la verdad es que -comparado con el valor que el dólar paralelo tenía en el 2020- el dólar no estaría desbocado. Es más, hasta está algo por debajo del valor que tenía a la salida de Batakis. El tema es que ya no hay reservas en el Banco Central y la inflación está en tres dígitos anuales y creciente. Por esto el clima de final de ciclo.

De pronto, el precio del dólar paralelo bajó hasta $720. Parecería que en $770 fue un pico transitorio y ahora se inicia una nueva baja.

La pregunta que cabe hacerse es si el dólar paralelo seguirá bajando y por cuánto tiempo se mantendrá la tranquilidad. La respuesta hay que buscarla en el dólar oficial.

El gobierno decidió, luego de la devaluación después de las Paso, dar una señal de autoridad, ante la inevitabilidad de tener que devaluar el tipo de cambio oficial, fijando el valor del dólar oficial en $350. O sea, de una política de devaluaciones diarias, por debajo de la inflación, pero al menos reptante acompañando la inflación, se pasó a una política de tipo de cambio fijo.

Ahora, con una inflación de dos dígitos mensuales surgen muchas dudas de que ese valor del dólar oficial sea sostenible. Para dar sustento a estas dudas sirve observar el gráfico a continuación.

Suponiendo que la tasa de inflación mensual en agosto es de 10% y en setiembre y octubre de 15% en cada mes, el dólar oficial va a llegar a las elecciones de octubre con el menor valor real desde que el gobierno asumió. Va a tener un valor similar al que tenía en las Paso que obligó a la devaluación que llevó el dólar oficial a $350 y a un retraso incluso superior a cuando se produjeron las crisis de Guzmán y Batakis.

Claramente estos datos hacen presagiar que, pasadas las elecciones, va a haber un nuevo salto devaluatorio del dólar oficial.

Suponiendo que el gobierno quiera llevar el nuevo dólar oficial al valor que tenía el día después de las Paso, o sea, los $350 del 14 de agosto, dada la inflación mensual de dos dígitos que está habiendo, la devaluación del día después de las elecciones va a tener que colocar el dólar oficial en $450.

Esto implica que el dólar paralelo se ubicará entre $900 y $1.000.

Parece alarmante, pero no lo es. Sería el valor que el dólar paralelo tuvo a la salida del confinamiento por Covid en el 2020. O sea, hay espacio para que sea peor.

Además, todavía falta una eventual segunda vuelta y la entrega del poder. El final está abierto.