El Nación rechaza nueva oferta de Vicentin y piensa en salida alternativa

El presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, salió a marcar la cancha tras la nueva propuesta de pago que hizo rodar Vicentin. En diálogo con Punto biz, anticipó el rechazo de la entidad y en relación al futuro de las plantas ubicadas en el norte santafesino cuestionó  que el planteo de la agroexportadora "no es un buen camino para evitar el derecho que tiene el banco para pedir la quiebra". Además, reconoció el interés de la Unión Agrícola de Avellaneda por esas instalaciones: "Nos han pedido una reunión y se la vamos a dar a la brevedad". 

Tal como se contó en este medio, Vicentin puso sobre la mesa una nueva oferta de pago en el marco de su concurso, modificando algunas condiciones respecto de la fórmula original rechazada por el juez Lorenzini. El cambio más sustancial es la fuerte reducción del plazo de pago (de 15 a 2 años), aunque se establece una quita del 80% sobre la deuda total, que se dolariza al tipo de cambio de fecha de concurso.

Respecto al Banco Nación, vale recordar que su poder de fuego en el concurso está limitado, puesto que la mayor parte de su crédito es considerado "privilegiado", por lo que no ingresa en el cómputo de mayorías, donde la voz cantante es la de los bancos internacionales. Ahora bien, sigue teniendo un rol central en todo el proceso, sobre todo por sus cuestionamiebtos políticos en torno al caso Vicentin.

Para Hecker, la nueva propuesta no será aceptada por los acreedores, ya que "implica el desguace de la empresa y la pérdida de los puestos de trabajo". Antes, prefiere una salida en la que la empresa no funcione en base a fasones, sino de una forma superadora, "con un giro comercial mucho más ambicioso".

El dirigente opina que frente a esta situación, "el camino que habría que empezar a explorar" es la búsqueda de soluciones para un eventual cramdown, en donde el Estado participe no como accionista pero sí integrándose "a un círculo virtuoso de soluciones".

Claro que las palabras de Hecker son por ahora una simple expresión de deseos, puesto que desde el inicio de la crisis, la única solución concreta que se puso sobre la mesa es la acercada por los "interesados estratégicos", esto es, ACA, Molinos Agro y Glencore. Si bien el grupo de acreedores más hostiles, que comanda la corredora de la familia Grassi, anunció contactos con posibles inversores, por ahora el poncho no aparece.

Más allá de esta situación, el presidente del Banco Nación dejó bien claro que el banco no dejará carta sin jugar para lograr la mejor alternativa posible: "El banco siempre tiene la posibilidad de que el acuerdo no prospere porque tiene la carta de acreedor privilegiado. Y eventualmente está dispuesto a jugarla", planteó. El esquema dibujado por Vicentin y las tres firmas interesadas prevé que el Nacion resigne acreencias a la par del resto de los acreedores. 

Por otro lado, Hecker fue consultado sobre la situación de las plantas en la ciudad de Avellaneda -Nodo Norte-, sobre el que tiene una garantía prendaria sobre su facturación, que Vicentin plantea como un obstáculo para su normal funcionamiento (y para la continuidad de 200 fuentes laborales). Por un lado, pidió “no invertir el orden de los problemas”, dando a entender que la agroexportadora pone al banco en un rol de victimario cuando es “un defraudado en el default de Vicentin”. Y por otro, reconoció contactos con la Unión Agrícola de Avellaneda (UAA), con quienes tendrá una reunión en los próximos días.

Es que hasta acá las plantas de Avellaneda no encontraban interesados, pero Punto biz anticipó el interés de la UAA.  "Nos han pedido una reunión y se la vamos a dar a la brevedad", confió Hecker.