El Gobierno presiona para que los bancos acepten los "dólares del colchón"

El Gobierno nacional endureció su postura frente al sistema financiero para que los bancos acepten sin trabas los dólares atesorados fuera del circuito formal, conocidos popularmente como “dólares del colchón”. La señal llegó tras la sanción de la ley de Inocencia Fiscal, una iniciativa con la que el Ejecutivo busca facilitar la incorporación de divisas al sistema y sumar liquidez a la economía.

Desde el Ministerio de Economía dejaron en claro que las entidades no deberán exigir requisitos adicionales a los previstos por la nueva normativa para recibir esos fondos. El objetivo oficial es evitar que los bancos impongan controles o pedidos de documentación que desalienten a los ahorristas a depositar sus dólares.

El mensaje más explícito lo dio el ministro de Economía, Luis Caputo, quien advirtió públicamente que los bancos deben limitarse a cumplir lo que establece la ley. Según explicó, quienes adhieran al Régimen Simplificado de Ganancias podrán ingresar sus dólares al sistema sin que se les solicite información extra sobre el origen de los fondos.

“Si en algún banco piden cosas de más, pueden ir al Banco Nación”, fue el mensaje que circuló desde el oficialismo, en una clara señal de presión hacia las entidades privadas para que acompañen la política económica del Gobierno.

El rol del Banco Nación

En ese marco, el Banco Nación fue presentado como referencia para la implementación del nuevo esquema. Desde la entidad señalaron que están preparados para recibir consultas y operaciones vinculadas a la regularización de ahorros en dólares, en línea con la ley recientemente aprobada.

La estrategia oficial apunta a que el banco público funcione como modelo de cumplimiento, en caso de que otras entidades mantengan posturas más restrictivas.

La iniciativa se inscribe en un contexto de fuerte interés del Gobierno por movilizar los dólares que permanecen fuera del sistema financiero, estimados en decenas de miles de millones de dólares. La expectativa es que una parte de esos fondos se vuelque a depósitos, consumo o inversión, ayudando a aliviar tensiones cambiarias y fortalecer la oferta de divisas.

Desde el Ejecutivo aseguran que la ley no implica un blanqueo tradicional, sino un esquema de simplificación tributaria que reduce el temor a sanciones penales y administrativas para quienes decidan formalizar sus ahorros.

La respuesta de los bancos

Sin embargo, el mensaje oficial generó ruido en el sector financiero. Desde algunos bancos privados recordaron que están obligados a cumplir regulaciones del Banco Central y normas antilavado, y señalaron que, mientras no haya cambios formales en esas disposiciones, no pueden basarse solo en declaraciones públicas.

“Cumplimos normas, no tuits”, fue la respuesta que dejaron trascender desde el sector, marcando la tensión entre la voluntad política del Gobierno y la operatoria regulatoria del sistema financiero.