El abogado condenado por estafa que volvió a trabajar

Si bien pesa sobre el abogado comercialista Sebastián Farina una condena de tres años de prisión en suspenso por los delitos de estafa, extorsión y falsificación de documento público, el abogado logró que una jueza de ejecución penal le permitiese volver a ejercer la actividad profesional antes de cumplirse un año, tal cual lo establecía el dictamen de un juicio abreviado a través del cual reconoció haber sido el autor de las maniobras ilegales.

Farina firmó el abreviado en septiembre del año pasado y fue condenado por la jueza Trinidad Chiabrera por estafa y uso de documento falso en concurso ideal, consumados y en carácter de autor y por extorsión en grado de tentativa y en carácter de autor, todo en concurso real.

El juicio oral y público contra Farina se desarrolló en 2022 y contó con el aporte probatorio y la declaración de Marcela Mónaco, la víctima central de la maniobra que ideó su ex pareja, el ya fallecido broker inmobiliario Aldo Vanzini. Fue ella quien presentó una denuncia penal cuando se vio acorralada ante una demanda de escrituración en el fuero civil y comercial donde invocando un boleto de compraventa que resultó ser falso, el empresario gastronómico Gabriel Solís -con el patrocinio de Farina- le reclamaba la mitad de un loteo ubicado en Granadero Baigorria que estaba a punto de ser aprobado.

Fue el fiscal Sebastián Narvaja quien pudo investigar el caso y verificó que el documento en cuestión había sido falsificado. Tal como reveló Punto biz oportunamente, en medio de una audiencia preliminar, Gabriel Solís se quebró y prendió el ventilador, planteando que había actuando bajo las órdenes del abogado Farina, quien a su vez había ejecutado el ardid por indicación de Vanzini, que quería perjudicar a su ex, que acababa de contraer matrimonio y a quien había tenido que cederle la mitad de la titularidad del loteo en la marco de la disolución de la sociedad de hecho que mantenían luego de un divorcio escandaloso.

Por el carril Civil y Comercial, los autores del ardid lograron que el juez Pedro Boasso del Juzgado de la 16° Nominación avanzara en medidas cautelares a través de la cuales los terrenos quedaban bajo el encuadre de “anotación litigiosa”. La figura en cuestión derivó en un enorme perjuicio económico para la víctima que cuando irrumpió la acción judicial estaba comercializando los lotes que en ese momento conformaban el germen de un desarrollo inmobiliario en terrenos donde hasta 2011 había funcionado la planta transmisora de la emisora LT8, en la localidad al norte de Rosario. La demanda hizo que los interesados en adquirir las parcelas huyeran de inmediato.

En la audiencia de juicio oral del abogado defensor de Farina, el penalista Walter Stramazzo, solicitó la palabra en el comienzo de la jornada y exteriorizó la vía del procedimiento abreviado, para lo cual hizo falta que el acusado admitiera verbalmente la comisión de los delitos para los que estaba siendo juzgado

Farina acordó con el fiscal de la Unidad de Delitos Económicos, Sebastián Narvaja y la querella que representa a la víctima de las maniobras pagar las costas del proceso, transferirlo a la afectada por el caso la suma de u$s30.000 y abonar $72.245 de multa. De todas maneras el ahora condenado quedó alcanzado por el beneficio de la prisión condicional por tres años, plazo en el que no podrá cometer otros ilícitos para permanecer en libertad y una suspensión de un año de la actividad profesional.

Farina hasta el momento de firmar el juicio abreviado se desempeñaba como vicepresidente del Instituto de Derecho Comercial y Económico del Colegio de Abogados de Rosario. 

Volvió a trabajar

Ahora bien, aunque el caso no trascendió, a expensas de la jueza de ejecución penal Marcela Canavesio, Farina logró tramitar recuperar la matrícula de abogado pese a que tiene sobre sus espaldas la condena en suspenso a la que le quedan dos años de cumplimiento.

Farina de hecho se mostró en los medios en las últimas horas como asesor letrado de la ONG ambientalista  Asociación Civil Equística Defensa del Medio Ambiente.

La dispensa se logró luego de que Farina vía convenio extrajudicial pudo desactivar otra investigación penal que estaba punto de dejarlo bajo prisión efectiva.

En noviembre del año pasado entró al Ministerio Público de la Acusación (MPA) otra denuncia sobre presuntas irregularidades en el obrar del abogado. De acuerdo a lo que supo este medio, el fiscal rosarino Carlos Covani llegó a tomarle declaración a una mujer docmiliciada en Mar del Plata que argumentó que Farina la hizo falsificar un recibo para blanquear una cesión de acciones que su marido fallecido en realidad nunca le había transferido.

Si bien la mujer se complicó a sí misma con la denuncia hecha ante el MPA porque claramente avaló la estrategia del recibo falsificado, avanzó en la presentación contra Farina porque el abogado le terminó reclamando u$s500.000 de honorarios y logró inhibir a la mujer que ahora no puede disponer de sus propiedades.

Lo cierto es que Farina terminó “arreglando” con la damnificada que retiró la denuncia. COn el terreno despejado y sin nuevos hechos penales que le compliquen el horizonte, Farina se dedicó a intentar volver al ejercicio profesional, y lo logró.