De Pablo a empresarios: “Usá tu plata ahora que los activos están baratos”

Batallando contra el frío, más de 300 industriales y empresarios de Rosario y la región se reunieron ayer en el Ros Tower para escuchar el pronóstico de Juan Carlos de Pablo, el economista que casi todas las semanas llega a la Quinta de Olivos para escuchar ópera con Javier Milei y debatir sobre economía. 

El hombre de confianza del presidente fue disertante del ciclo Escenarios Políticos, que todos los años organizan la Federación de Comercio e Industria de Rosario (Fecoi) y la  Cámara Argentina del Comercio y Servicios (CAC). También subió al escenario Natalio Mario Grinman, presidente de la CAC.

Si bien el panorama industrial actual mantiene encendidas las alarmas (las empresas de la región acusan una caída de la producción manufacturera que oscila entre el 30% y el 70% interanual, y el Gobierno de Santa Fe difundió que ya hay entre 8.000 y 10.000 personas suspendidas), entre los empresarios que fueron al Ros Tower reinaron las buenas expectativas sobre el accionar de la administración libertaria.  

Es cierto que en los pasillos se escucharon algunos comentarios que cuestionaban el alineamiento al Gobierno sin concesiones de parte de Grinman (y hubo quienes mencionaron “exceso de porteñocentrismo” en los discursos), el grueso de los empresarios presentes se mostraron confiados en los resultados de la política económica de Milei, que De Pablo describió como “de almacenero”, en tanto que se basa en una premisa tan sencilla como la de no soltar plata, porque no hay.

¿Lo más importante de la presentación del economista? Dijo que todas las decisiones empresariales hay que tomarlas sobre la base de que no habrá otro salto devaluatorio. “Por un motivo muy sencillo: apenas suba la inflación, Milei tendría que armar las valijas”, señaló. Así se explicaría la “obsesión” del Gobierno con el equilibrio fiscal que, según De Pablo, no deja de ser un riesgo. “Si dijiste que ibas a aumentar un 300% la tarifa de gas y aumentás 0%, explicame por qué. Los trajes a medida no terminan bien”, opinó.

Y aunque admitió la extrema volatilidad de la economía Argentina (“El equipo económico no tiene plan y no sabe a dónde va, pero no porque sean brutos, sino porque así es la dinámica actual”, dijo); por otro lado, alentó a los industriales para que “pongan a punto sus plantas” e inviertan.

“El Gobierno no te va a dar dinero ahora así que usá la tuya, mové tus dólares en blanco. Si esperás a que esto se arregle los activos te van a costar un huevo, mejor aprovechá ahora que están baratos”, arengó.

En esa línea, puso como ejemplo la reciente compra de la fábrica de cosechadoras Vassalli Fabril. “Marsó la compró por u$s8 M, y me la juego a que en 8 mil cuotas y  arrancando a pagar en 35 años. Si esperaba, la empresa iba a valer u$s40 M y ahí ya la rentabilidad queda baja”, analizó.

Cómo es Milei cuando se apagan las luces

Enterado de que su cercanía con el presidente lo pone en el foco, De Pablo habló de Milei y aclaró algunas “preguntas frecuentes”. Dijo textual: 

“No está loco, no se confundan. Lo conozco hace 25 años”.   

“Es como se ve. Pedirle que se calme es perder el tiempo”.

“Se la pasa negociando desde el primer día, permanentemente. A los capítulos de la ley bases que rebotaron los tiene preparados en un cajoncito”.

“Se aferra al equilibrio fiscal como quien navega un velero con el mástil roto. No tiene gobernadores ni diputados ni senadores. El equilibrio fiscal es lo único que tiene”.

“Es un economista que trabaja de presidente. Habla con los periodistas y les dice cosas como dominancia estocástica o ruido blanco, como si alguien entendiera algo de eso”.

“Es un fenómeno mundial. Si la revista Time le dedica la tapa es porque este pibe vende en el mundo. Lo invitaron al G7, van a poner 8 cubiertos”. 

Banderas rojas 

Aunque prediquen el optimismo, lo cierto es que el panorama para los fabricantes argentinos dio un giro de 180° en dos meses: de no tener insumos ni precios y sufrir el desabastecimiento, ahora todo sobra. Atento a las inquietudes, De Pablo admitió algunas preocupaciones frente a la situación actual: 

“Yo no tengo problema en que se fundan industrias, lo que no quiero que se fundan porque la importación tiene mejores abogados que la producción. El problema es que los costos en dólares de un productor local están sufriendo frente a la importación, y después tenés municipios y sindicatos imponiendo tasas adicionales. Me preocupa que no haya un funcionario responsable para gestionar este tema”. 

“Hay muchos curros que siguen, entonces un empresario para moverse tiene que hacer el mismo trámite y poner la misma guita. Esa es la realidad y con eso vamos a tener que convivir porque Milei no tiene personal para terminar con todo eso”. 

“Es muy fácil decir que van a reemplazar la inversión pública por la privada, pero te quiero ver, ¿cómo vas a hacer un puente? En Argentina hemos estropeado algunos instrumentos, no lo veo viable”.