De fabricar canilleras en casa pasó a tentar a los grandes clubes de Europa

Tomás Machuca tiene 22 años, es oriundo del Barrio República de la Sexta (al sureste rosarino) y ganó reconocimiento porque transformó un accidente personal en el negocio de su vida. Un día, mientras entrenaba fútbol en el club Tiro Suizo, le rompieron una canillera de una patada. Como en su casa no había dinero para comprar otras, se le ocurrió crear unas él mismo, con pedazos de un balde que encontró en su casa. Lo que nunca pensó es que sería esa ocurrencia, y no su destreza futbolística, la que lo llevaría a Europa.

Hoy las canilleras de Machuca - que se fabrican con la marca Fenikks, su empresa de triple impacto- ya llegaron a clubes como San Lorenzo y Argentinos Juniors, y tanto el emprendedor como su socio, Valentino Bisutti, están a punto de cerrar ventas con grandes instituciones del exterior, como el Atlético Madrid, Chivas o Cruz Azul, entre otros, interesados en su producto. Les fue bien, pero van por más: ahora proyectan fabricar botines con materiales reciclados, según contó el emprendedor a Punto biz. 

"Estamos avanzando en el desarrollo de botines hechos con materiales 100% reciclados, porque nos ha pasado de ir a entregar canilleras a clubes de barrio y que los chicos estén jugando descalzos. El hecho de jugar con un calzado marca la diferencia y es lo que más se necesita a la hora de practicar el deporte", aseguró Machuca.

Cómo nació el negocio 

"Fenikks surge como solución a un problema que tuve a los 16 años. Jugaba al fútbol en Tiro Suizo y me rompieron la canillera de una patada. Agarré un balde que estaba tirado en el patio de mi casa, lo corté con una sierra de mi papá, lo moldeé con un secador de pelo de mi abuela y le pegué un diseño que hice en Paint en un ciber cerca de mi casa", explicó. 

Cuando fue a entrenar al día siguiente, sus compañeros mostraron fascinación por sus canilleras personalizadas. "Eso me hizo dar cuenta de que podía construir un gran negocio, así que le golpeé la puerta de la casa a un amigo diciéndole que me ayude a armar una empresa. Empezamos en el patio y la habitación de mi casa cortando baldes y tubos de PVC que encontrábamos o que íbamos a pedir a obras de construcción", expresó. Y agregó: "Comenzamos a vender por internet y llegó un punto en que la demanda nos superó".

En ese momento se conjugaron el negocio y la sustentabilidad. "Una problemática de nuestro barrio era que estaba repleto de residuos, en su mayoría plásticos. Entonces se nos ocurrió que los residuos se transformen en un nuevo producto. Al principio queríamos hacerlas con una máquina que pensábamos construir nosotros, pero no teníamos los conocimientos ni las herramientas necesarias. Después conocimos a unos chicos de Córdoba, dueños de la empresa Ecolif, que ya la habían hecho a nivel industrial. Ahí empezamos a trabajar en conjunto para desarrollar nuestro primer modelo de canilleras hechas 100% con tapitas. Logramos llevarlo a cabo después de 8 meses de trabajo, en octubre del 2022", aseguró.

El foco en los clubes de barrio

Cuando en Fenikks comenzaron a tercerizar la producción, se enfocaron en el procesamiento de los residuos y en la creación de puntos de recolección en clubes de barrio, fomentando la importancia del reciclaje y de la separación en origen. 

El impacto social de la empresa de Machuca está ligado a que por cada par de canilleras que venden, entregan otro de forma gratuita en un club de barrio. "El primer club donde se llevó adelante esto fue María Madre de La Lata, donde yo jugaba al futsal", contó.

En noviembre del 2022 lanzaron la marca y llegaron a 4 millones de personas en menos de una semana. "Además de vender 250 pares de canilleras de los 500 que habíamos hecho, pudimos entregar otros 250 pares en este club. A partir de ahí, clubes de muchas localidades quisieron formar parte de la iniciativa", aseguró.

El interés de los clubes profesionales

"Nos escribió el utilero de la selección mientras estaban en el Mundial, nos escribían los medios. No sabíamos cómo producir más, así que sumamos más gente al equipo, como un diseñador industrial. Hasta ese momento éramos Valentino (su socio) y yo. A partir de ahí desarrollamos varios modelos de canilleras, hasta que logramos hacer un sistema de producción que nos permite hacer 10.000 pares de canilleras por mes con un solo turno", afirmó.

"Además, fabricamos canilleras como productos oficiales de clubes como San Lorenzo, Argentinos, Instituto, Defensa y Justicia. Esos modelos suelen venderse en las tiendas oficiales de cada institución", comentó.

Dentro de Rosario trabajan con Tiro Suizo, Unión Sionista, Remeros, María Madre, Renato Cesarini y Leones. Además, están en tratativas con Central y Newell's para hacer productos oficiales.

Fenikks tiene tres modelos de canilleras: 

- Butterfly: mide 16x13 cm, es flexible y se adapta al tamaño de la pierna. Cuesta $11.000.

- Superfly: 12x9 cm, más pequeño y ligero. Cuesta $23.000.

- Clubes: entre $15.000 y $23.000

Objetivos a futuro

En cuanto a las metas a futuro, Fenikks apunta a ser la empresa que lidere la introducción de la sustentabilidad en el deporte. "En el mediano plazo, la idea es desarrollar nuevos productos que nos sigan permitiendo compartir la importancia del reciclaje y generar igualdad de oportunidades. Queremos hacer canilleras de hockey, abrir ese mercado". 

Por otro lado, uno de sus principales objetivos es tener presencia internacional en América y Europa. "En México estamos avanzando con Chivas, Cruz Azul, América, Santos Laguna, Tigres, Atlas, y otros. En España estamos con Atlético Madrid, Atletic Bilbao y Racing de Santander. Y le hicimos unas canilleras al Kun Agüero", concluyó.