Cómo funcionarán el banco de horas y el pago de salarios

La reforma laboral que impulsa el Gobierno propone una modificación estructural del régimen de jornada de trabajo, con impacto directo en la extensión diaria, el cómputo de horas extras y los mecanismos de compensación.

La actual Ley de Contrato de Trabajo fija una jornada legal de ocho horas diarias o 48 semanales. Toda prestación que exceda ese límite debe abonarse como hora suplementaria, con recargos del 50% en días hábiles y del 100% los sábados después de las 13, domingos y feriados. La norma también establece un descanso mínimo de 12 horas entre jornadas consecutivas.

Qué propone ahora el Gobierno 

# Jornadas más largas 

El proyecto oficial habilita la creación de un banco de horas, a definir mediante convenios colectivos, que permitiría redistribuir la carga horaria. En ese marco, la jornada diaria podría ampliarse de ocho a 12 horas, siempre que exista una compensación posterior.

# Banco de horas 

La iniciativa establece que empleador y trabajador podrán acordar de manera voluntaria un régimen de compensación de horas extraordinarias, que deberá formalizarse por escrito. El texto menciona alternativas como horas extras compensables, bancos de horas y francos compensatorios, desplazando el pago inmediato con recargo como única opción.

En la práctica, el nuevo esquema permitiría concentrar más horas de trabajo en determinados períodos y compensarlas luego con descansos o menor carga horaria, sin que necesariamente se liquiden como horas extras tradicionales.

# Contratos a tiempo parcial

El proyecto también incorpora una figura específica de contratos a tiempo parcial, con una carga horaria inferior a la jornada legal. El objetivo es ampliar las modalidades de contratación en actividades con esquemas de trabajo más flexibles.

# Cambios en la remuneración

En paralelo, la reforma introduce modificaciones en la forma de pago del salario. Se habilita el cobro en moneda extranjera, especie, habitación o alimentos, y a través de entidades no bancarias autorizadas por el Banco Central, como billeteras virtuales. Además, amplía los conceptos no remunerativos, incorporando beneficios como transporte, prepaga y telefonía celular.