Boom de juicios laborales impacta de lleno en el precio de los seguros

La creciente ola de juicios laborales en Argentina está ejerciendo una presión significativa sobre las alícuotas que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) aplican a las empresas. Si bien los costos de cobertura son históricamente calculados según la actividad y la infraestructura de cada negocio, referentes del sector advierten que la judicialización récord está obligando a replantear las tarifas generales para garantizar la viabilidad del sistema.

"El peor momento de la judicialidad fue en 2016-2017, después hay una reforma de la ley y la judicialidad cae hasta ahora que comienza nuevamente a crecer. En 2024 el sistema suma 128.000 juicios. Osea, prácticamente igual a el peor momento que fue en 2017", explicó Diego Zehnder, gerente de Prevención ART. Sin embargo, el directivo destacó una paradoja preocupante: "Tenemos la peor judicialidad, prácticamente que iguala al peor momento del sistema desde 1996 que se instaló, o que nació este sistema, con un 1% o un punto menos en el porcentaje de alícuotas promedio en el sistema, por lo cual se hace absolutamente necesario ajustar las alícuotas".

Históricamente las alícuotas se definen por el perfil de riesgo de cada actividad, con ajustes posteriores basados en la siniestralidad de cada empresa. "Cada actividad tiene una alícuota de referencia que puede subir o bajar de acuerdo al nivel de siniestralidad que tenga en el tiempo", señaló Zehnder. No obstante, la magnitud del incremento en los juicios está llevando a un ajuste generalizado. "Como este es un sistema solidario, está previsto aumentar a todo el mundo, buenos y malos clientes", confirmó el gerente de Prevención ART, aunque aclaró que también existen políticas de ajuste diferenciado según el desempeño de cada empresa.

Por su parte, Guillermo Meneguzzi, Gerente de Riesgos del Trabajo de La Segunda, fue contundente sobre la magnitud del problema. "Para poder empatar el costo que está teniendo la judicialidad en el sistema de riesgo de trabajo en Argentina, las alícuotas deberían ser técnicamente del doble de lo que actualmente son. Hoy está en promedio en un 2,47%, debe de estar llegando a un 5% para lograr que técnicamente el negocio se equilibre", advirtió.

Meneguzzi subrayó la paradoja de un sistema que, a pesar de evidenciar una disminución en la siniestralidad, enfrenta un aluvión de demandas judiciales. "El año 2024 cerró casi con la misma cantidad de ingresos de nuevos juicios que los previos al cambio de Ley del año 2017 (124.000 nuevos juicios), a pesar de que el sistema sigue evidenciando una disminución de la siniestralidad. Es decir, a menor cantidad de siniestros y muertes por accidentes de trabajo, mayor cantidad de juicios", enfatizó, señalando que la situación es particularmente crítica en la provincia de Santa Fe.

Ambos directivos coinciden en que este escenario ya está impactando en las facturas que reciben las empresas. "Lo que va a pasar ahora entiendo yo es que va a haber una mayor cantidad de empresas que van a sufrir los aumentos porque más allá de que haya buenos o malos clientes el sistema necesita un ajuste a nivel general y eso ya se está aplicando mes tras mes, cuando van venciendo los contratos las propuestas de ajustes de alícuotas comienzan a impactar o a mostrar sus aumentos", explica Zehnder.

Esta situación genera preocupación en el sector empresarial, que ve cómo el aumento de los costos laborales podría afectar su competitividad y productividad. Desde las ART insisten en la calidad de las prestaciones y en el rol preventivo del sistema, pero reconocen que la judicialización desmedida pone en riesgo la sostenibilidad del modelo. "Esta situación, inevitablemente termina reflejándose en los valores de tarifa de la cobertura, los que se trasladan en la medida que lo permita su anualidad y que se encuentra siempre relacionado con la siniestralidad de cada actividad (según su riesgo de exposición) y sobre todo el impacto de la judicialidad, que es mucho mayor al de los siniestros. Esta situación afecta notablemente al costo laboral de las empresas, no solucionando el problema del sistema, e impacta notablemente en la competitividad y productividad de las empresas", concluyó Meneguzzi.

El debate sobre cómo abordar la creciente litigiosidad y su impacto en los costos del sistema de riesgos del trabajo se intensifica, mientras las empresas comienzan a sentir el peso de los ajustes en sus alícuotas.

Sin tope

El Gobierno derogó a principios de año una norma de 2013 que fijaba límites mínimos y máximos (pisos y topes) para las tarifas de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART), definidas como porcentajes de las nóminas salariales. A partir allí, la alta judicialidad motivó aumentos en la tarifas. 

Cada aseguradora tenía presentados sus cuadros tarifarios, que se regían por un piso y un techo que ahora fueron eliminados. De esta manera, cada ART puede acomodar las tarifas según su negocio. Ahora, esto permite que, si hay necesidad por un mal resultado de una empresa, se pueda ajustar la alícuota.

El promedio actual de precios del mercado es de 2,60% sobre la masa salarial. Los topes fijados en su momento eran, según la actividad, de 15%, 20% o 25%. Cualquier aumento debe ser comunicado con tres meses de antelación al empleador, que tiene la posibilidad de cambiar de ART una vez al año. Actualmente en el mercado hay una veintena de jugadores (el total de aseguradoras de todas las ramas en el país es de 185) y los ocho que lideran concentran el 80% de la facturación total.