Antes de la definición del juez, Vicentin sale a defender su plan de pagos

Mientras ya corre el plazo de 10 días establecido por el juez Fabián Lorenzini antes de expedirse sobre si homologa o no el acuerdo concursal de Vicentin, la compañía salió a defender el plan de liquidación de deudas y planteó que “el pago que obtendrán los acreedores es, a todas luces, el más alto posible”.

Si bien desde el directorio argumentaron que “las pérdidas que producirá este acuerdo son importantes para todos los acreedores, y también para los actuales accionistas que se desprenden de casi la totalidad de la sociedad”, quienes conducen hoy Vicentin SAIC intentaron remarcar los puntos favorables que a su juicio tiene la hoja de ruta que está bajo consideración del fuero civil y comercial de Reconquista.

“Vicentin se encuentra en la necesidad de recordar a toda la comunidad que el acuerdo cuya  homologación corresponde decretar ahora, no solamente protege los intereses de todos los  acreedores sino especialmente de los más pequeños y de aquellos cuyos créditos quedaron  pesificados, asegurando la continuidad de la fuente de trabajo y la empresa, y la armonía social”, defendió la empresa.

EL comunicado llegó luego de la declaración oficial del Banco Nación que anticipó este martes que “impugnará por abusiva y contraria a los intereses  de la entidad una eventual decisión judicial de avalar la propuesta de pago”, y que “el acuerdo  preventivo de Vicentin es, desde lo económico, extremadamente desfavorable para el banco”.  El texto que circuló ayer y que firma la entidad finaliza diciendo que “el supuesto compromiso de pago por parte de la  cerealera no representa ni siquiera un cuarto del dinero que la empresa le adeuda al Banco  Nación”. 

Vicentin apuntó contra los detractores de su esquema de pagos y quienes pretenden que se avance en la quiebra o la instancia de cramdown. “Jamás han acercado una propuesta alternativa  concreta o una mínima descripción acerca de cómo estas acciones podrían ser superadoras de la  propuesta concursal. En un escenario de no homologación -que descartamos- y ante la ausencia  de una ‘propuesta superadora’, lo que devendría es el cierre definitivo de Vicentin, que  provocará los efectos conocidos: pérdida definitiva de los créditos para todos los acreedores, la  pérdida de todos los puestos laborales, con la consecuente conflictividad social derivada y su posible extensión al sector agro exportador”, reza el documento.