A un año del mundial: libros para recordar la tercera estrella del país

El Mundial de 2022 fue una fecha feliz para todos los argentinos. Luego de este suceso, se publicaron varios libros que intentan inmortalizar la conquista. Sin dudas, no hay mejor excusa para volver al formato papel y lectura con un libro dedicado a esos meses de furor y una argentinidad al palo. Los libros seleccionados agrupan diferentes miradas, retratos e impresiones sobre la tercera Copa del Mundo ganada por la selección Argentina. 

Uno de los más destacados es La tercera: Desde adentro y desde afuera, de Alejandro Wall y Gastón Edul. Publicado por Editorial Planeta a comienzos de año, escrito al fragor de los hechos, es un relato pormenorizado y cronológico de los hechos desde aquel traspié ya anecdótico –para muchos la llama que encendió el fuego sagrado– del debut con derrota y pérdida de invicto contra Arabia Saudita hasta los festejos post final al borde del infarto contra la Francia campeona del mundo liderada por Kylian Mbappé, el malo de la película.

En el prólogo, el periodista Ezequiel Fernández Moores, quien cubre Mundiales desde 1978 y se destaca por hacer un tipo de periodismo deportivo que va más allá del cliché apuntando a la profundización, describe en el prólogo a ambos autores. Wall “es escuchar, pensar y escribir” y con Edul, afirma, “se sumaron ojos más cercanos”, destacando su trabajo muy cerca de la Selección en un ambiente hostil como el televisivo. Si bien uno no encuentra revelaciones rimbombantes entre sus páginas, si va a hallar un retrato pormenorizado de los hechos que documenta un momento histórico.

Otro lanzamiento fue La fiesta más grande del mundo (Marea). En esta antología de crónicas, realizada por la periodista mexicana Cecilia González, se recopilan textos de autores diversos y muy destacados publicados en diferentes medios: Leila Guerriero, Juan José Becerra, Camila Fabbri, Victoria De Masi, Pablo Perantuono y Maia Debowicz, entre otros.

Diferentes voces que se unen bajo un mismo grito: las cábalas –el ritual del padre de Guerriero que se volvió viral– los fenómenos más allá de los futbolistas –notable perfil de Antonella Roccuzzo, la compañera de vida del capitán argentino, por De Masi– varios relatos de los festejos desaforados que reunieron a millones de fanáticos alrededor del Obelisco. Escribe Alejandro Seselovsky: “Pintaron el Obelisco, sí. Y volvieron a entrarle, a comerle el estómago, para aparecer, ebrios de todo lo que se puede estar ebrio en un día como este, por sus ventanitas de la punta, setenta metros allá arriba. Después se bajaron. La anécdota será más perdurable que la indignación”.

Una de las novedades más recientes e innovadoras de las narrativas Scalonianas llega de la mano de 17 grises. Las escritoras Paula Puebla y Julia Kornberg, cual Martín Caparrós y Juan Villoro, intercambiaron cartas a lo largo de todo el Mundial comentando los partidos de la Argentina y, también, algunos más que les llamaron la atención. Así nació Diario de un tiempo mesiánico, texto que recopila ese intercambio epistolar vía web.

Su mirada es más que bienvenida en medio de tantas voces masculinas que cuentan un deporte que no puede escapar, por más que se esfuerce, del componente machista ineludible que reposa en su genética. Se valora más aún ya que no impostan ningún feminismo pequebú. Tienen contradicciones y las abrazan.

Explican en las primeras páginas: "Escribir sobre el mundial desde el barro pleno: aceptar todo lo ideológicamente guano y abyecto de nuestro goce y sentimentalidad". Son personas escribiendo sobre fútbol, arte, estética y demás elementos que se desprenden de Qatar 2022 y sus derivados.

Así logran, también, una nueva narrativa o, mejor dicho, una narrativa otra. En sus palabras, “narrar lo inefable”. Sobre la final, concluyen: "Pero la historia, la verdadera, parece estar construida de hazañas y aventuras, y empresas y proezas, que desafían los bordes de la razón y la cordura y todo lo que entendemos por imaginable. José de San Martín nos liberó como patria y después cruzó los Andes, enfermo y a caballo, porque sabía que debía ir por más. La gesta inverosímil es nuestra marca de nacimiento".