A cuánto llegaría el dólar en 2026 si el tipo de cambio sigue a la inflación

El mercado financiero ya comenzó a trazar la hoja de ruta para 2026, y los números que surgen de los precios de los bonos proyectan un escenario de estabilidad, pero con un deslizamiento persistente del tipo de cambio.

Según un análisis de la dinámica de la inflación implícita (Break Even), si el dólar acompañara estrictamente el ritmo de los precios que hoy descuentan los inversores, la divisa cerraría el próximo año en torno a los $1.970.

Esta cifra no surge de una opinión subjetiva, sino de la diferencia de rendimiento entre los bonos ajustados por CER y los de tasa fija. Este indicador revela que el mercado no espera un desplome brusco de la inflación, sino más bien una estabilización en niveles de entre el 2% y el 2,2% mensual.

Bajo esta premisa, y partiendo de una base de $1.564 en enero de 2026, el tipo de cambio iniciaría un sendero de actualización constante para no quedar rezagado, acumulando una suba cercana al 28% en todo el año.

Estrategias frente al nuevo "techo" cambiario

Este escenario de un dólar rozando los $2.000 para fines de 2026 funciona como un benchmark o referencia clave para los inversores. Al estar este camino ya "puesto en precio" por el mercado, cualquier activo que rinda por encima de ese ajuste se traduce en una ganancia real.

En este contexto, mantener dólares "bajo el colchón" o en liquidez sin uso pierde sentido frente a instrumentos que generen renta, ya sea a través de activos que ajustan por inflación o estrategias de tasa de interés que busquen superar el ritmo del crawling implícito. La clave para 2026, más que adivinar el precio de la divisa, será identificar qué herramientas logran ganarle a una inercia que el mercado ya asume como propia.