Quieren reconvertir histórica casona de Bv. Oroño en un mega desarrollo

En la esquina de Urquiza y bulevar Oroño un mega proyecto inmobiliario está en pausa. La razón: una negociación que no se destraba. La historia tiene como protagonista a un grupo inversor porteño que compró dos inmuebles clave, pero no logra adquirir una tercera propiedad esencial para unificar el terreno y comenzar con la obra. La propiedad principal adquirida es la histórica casona de Oroño 490, donde hasta hace poco tiempo funcionaba el geriátrico Años Felices. Si bien la casa está protegida por valor patrimonial, el plan sería ponerla en valor y reconvertirla en un paseo comercial y gastronómico, anexado a una torre de uso mixto.

Según pudo saber Punto biz el plan contempla la construcción de una torre con unidades residenciales, oficinas y una galería comercial con propuestas gastronómicas. “La histórica casona de Oroño 490, donde funcionó hasta hace poco el geriátrico Años Felices, y el inmueble lindero de Urquiza 2226, ya fueron comprados”, confirmó a este medio el Pablo Pasteris, especialista en Derecho Inmobiliario y exgerente de tres firmas importantes ubicadas sobre Bv. Oroño.

El dato de color, y no menos importante, es que la casona de la esquina pertenecía al abogado Iván Cullen, figura clave de la Reforma Constitucional de 1994, fallecido en 2024. La propiedad, de alto valor patrimonial, sería preservada y reconvertida en un paseo gastronómico como parte del proyecto. Pero el avance del desarrollo depende de adquirir Urquiza 2222, el terreno intermedio, actualmente ocupado por el restaurante Zakia.

Detrás de la negociación trabada se esconde una trama compleja. Los actuales dueños de Urquiza 2222 residen en Córdoba, mientras que los compradores de los inmuebles linderos son capitalinos. En el medio, aparece un actor local, oriundo de Funes, que sería quien maneja los negocios del grupo inversor en Rosario.

“Esa propiedad resulta vital para conectar los dos inmuebles ya comprados y consolidar el lote necesario para levantar la torre”, explicó Pasteris. De este modo, se intuye que el grupo compró Oroño 490 y Urquiza 2226 pensando que iba a poder cerrar rápido con los dueños de Urquiza 2222, pero la negociación no prosperó y el proyecto hoy por hoy está frenado.

Por el momento, las partes siguen moviéndose en busca de una salida. Pero mientras la torre que busca transformar una esquina icónica sigue en el freezer, aunque confían en que pronto llegarán a buen puerto.