Nace plan entre Molinos y LDC para disputarle Vicentin a los Grassi

El proceso de salvataje de Vicentin, que entró en su etapa decisiva tras la valuación judicial que fijó en cero el valor de las acciones, comienza a mostrar movimiento fuerte entre los jugadores habilitados a competir por la empresa. Según pudo saber Punto biz, Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC) están terminando de afinar una propuesta conjunta que presentarán formalmente en los próximos días ante los acreedores concursales, con la que buscarán disputarle el liderazgo a la oferta impulsada por el Grupo Grassi. En el medio, el juez concursal Fabián Lorenzini prorrogó la intervención de la agroexportadora por otros 120 días.

Tanto LDC como Molinos se inscribieron oportunamente para participar del eventual salvataje, y ahora decidieron avanzar en un plan común anclado en capital operativo, músculo financiero y know-how exportador. Según fuentes cercanas a las compañías consultadas por este medio, el punto fuerte del esquema radica en ofrecer a los acreedores un recupero significativo en efectivo y en un plazo corto, sin condicionar los pagos a que éstos continúen abasteciendo de granos o financiamiento a la nueva Vicentin.

“Lo que Molinos y LDC proponen es un esquema más directo, donde los acreedores puedan cobrar una parte importante de su deuda en dólares, sin verse obligados a seguir siendo proveedores de la compañía. Es una propuesta más limpia y menos dependiente del flujo operativo de la nueva firma”, señaló una fuente al tanto de las negociaciones.

La jugada busca diferenciarse de la oferta presentada por Commodities SA, del Grupo Grassi, que —como adelantó este medio— contempla recuperos de hasta el 200% para quienes aporten granos o financiamiento, pero montos sensiblemente menores (en torno al 30% en diez años, o 10% a un año) para los acreedores que opten por no participar de la operatoria comercial. Ese esquema generó cierto malestar entre algunos acreedores, que incluso tildaron la propuesta de “extorsiva” por condicionar los mejores cobros a la continuidad del vínculo comercial.

Al aprecer, el plan Molinos-LDC apunta a un recupero uniforme y garantizado, con una estructura financiera que asegure liquidez inmediata y evite la dependencia del abastecimiento granario. Según explican allegados a las empresas, la idea es captar el apoyo de los acreedores que “quieren salir rápido del conflicto y no seguir atados a la operación”, ofreciendo un mix de pago en efectivo y compromisos a corto plazo que mejorarían el promedio de recupero efectivo frente al resto de las alternativas en juego.

En términos operativos, el consorcio Molinos-LDC se apoya en la fortaleza de dos de los mayores exportadores de granos del país, con plantas industriales en plena actividad y líneas consolidadas de prefinanciación de exportaciones. En los próximos días, las empresas terminarán de ajustar los detalles técnicos de la propuesta y prevén su presentación formal ante el Juzgado de Reconquista antes de mediados de octubre, de modo de contar con tiempo suficiente para convencer a los acreedores antes del 31 de octubre, fecha límite para la obtención de conformidades.