Molinos-LDC pide auditar los votos del cramdown y tachó uno “fuera de lugar”

A solo un día de que se venza el plazo para recoger adhesiones en el proceso de cramdown de la cerealista Vicentin SAIC, piloteada por la justicia de Reconquista, se volvió a tensar la cuerda entre los dos contendientes que aspiran a quedarse con la compañía. 

Molinos Agro y Louis Dreyfus Company objetaron la  adhesión presentada por la firma Vicentin Paraguay a favor de su rival Grassi, calificada como “fuera de lugar” por fuentes cercanas a los oferentes. 

Vicentin Paraguay efectivamente reclama por una acreencia de u$s 67,3 M en el concurso de Vicentin Saic, pero al ser una firma controlada por Vicentin, su gestión depende hoy directamente de la administración concursal de la casa central en Argentina, que supervisa el juez de Reconquista Fabián Lorenzini, encargado de bajar el martillo del cramdown.

En la cuenta regresiva antes de que se venzan los plazos, Molinos-LDC le pidió al juez que habilite a las partes interesadas a revisar los padrones de adhesión. En tal sentido, plantea que tres veedores por cada parte puedan realizar consultas en las planillas de adhesión que se recaban digitalmente en el juzgado de Reconquista. Sin embargo, los apoderados de Grassi se mostraron en desacuerdo, por lo cual deberá ser el juez quien dictamine al respecto. “Apostamos a que el procedimiento sea lo más transparente posible”, advirtieron desde la trinchera de Molinos-LDC. 
 

La piedra angular
El eje de la estrategia de Molinos Agro y Louis Dreyfus Company pasa por conseguir que  sea excluido el voto de Esteban Nofal a la hora de sumar las adhesiones por montos de capital adeudado, que deben sumar los dos tercios del total. 

Es que Nofal compró la deuda de Vicentin que estaba en manos de los bancos extranjeros, absolutamente decisiva para llegar a las cifras exigidas en el cramdown en materia de capital. “Nofal descartó nuestra propuesta a pesar de que podría ganar más dinero”, deslizan desde Molinos-LDC, “pero es público que Nofal forma parte de un entramado societario contractual”.

De acuerdo al pedido de impugnación que reposa en el despacho de Lorenzini, los fondos con los que Avir South adquirió sus créditos -equivalentes al 37% del pasivo computable de Vicentin- provinieron de Soripel SA, una sociedad uruguaya controlada por Esteban Nofal, presidente de Cima y apoderado de Avir South. Soripel, a su vez, recibió esos fondos de tres compañías ligadas con la familia Grassi. Entre ellas, Scarlett Sunset Ltd, una sociedad basada en Bahamas, la rosarina Comfi SA, cuyos directores son socios del estudio jurídico Casanova (asesor de Grassi), y de Invergrain Corp, una sociedad de las Islas Vírgenes Británicas presumiblemente vinculada a Cima (una sociedad inversora de Nofal)".

La sindicatura del concurso de acreedores señaló que no corresponde adelantar un juicio sobre posibles exclusiones y que cualquier análisis de este tipo se realizará al cierre del plazo para la obtención de conformidades.

Más de 1.100 adhesiones

Molinos-LDC ya han recibido más de 1.100 conformidades de acreedores de Vicentin, consignaron desde las compañias. “Proyectamos superar el 70% de conformidades al cierre de la votación”, indicaron desde ambas empresas, atribuyendo ese acompañamiento a una propuesta “seria, sustentable y con visión de largo plazo”.

Asimismo, reafirmaron su compromiso con una salida “responsable” que permita la recuperación de los créditos en condiciones justas y verificables, preserve los puestos de trabajo y fortalezca la confianza de todos los actores involucrados.La propuesta se mantendrá abierta hasta el vencimiento del plazo judicial