La ciudad ganó un hotel tres estrellas a metros del río

La hotelería vivió momentos realmente complicados con la irrupción de la pandemia del coronavirus. Algunos la pelearon, otros decidieron bajar los brazos y hay quienes pese a las particularidades todavía del contexto se la jugaron por abrirse camino en un rubro que en Rosario tracciona más gracias al turismo de negocios. 

Tal fue el caso de Marta Susana Perizzotti y su hija Magalí Torres. Vieron en las redes un aviso sobre el alquiler de un inmueble que desde su génesis había sido concebido como hotel, casi no lo pensaron y se embarcaron a la aventura de gerenciarlo en familia. El hotel Musto (Pintor Musto 433) cortó cintas en enero y se suma a la oferta de los tres estrellas que hay en la ciudad y con una ubicación estratégica, sobre todo para quienes están de paso: a escasos metros del Puente Rosario-Victoria y en el límite con la localidad de Granadero Baigorria. Jamás habían administrado un complejo antes, pero entendieron que podía ser una buena oportunidad en este escenario con atisbos de recuperación. 

“El edificio es nuevo. Lo empezaron a construir en 2019, antes de la pandemia, pero se demoró y recién lo terminaron el año pasado. Como el proceso fue muy desgastante para el dueño, lo puso en alquiler antes de estrenarlo y con nosotros empezó a estar operativo”, le contó Marta Susana a Punto biz, quien reparte sus días entre Santa Fe -de donde es oriunda- y Rosario. 

El inmueble es de dos plantas y cuenta con 14 habitaciones para dos y tres personas, confitería, SUM, terraza con solárium (en proceso de construcción), cocheras, parrilla y servicios personalizados de estética, relax y esparcimiento. “Está pensado durante la semana para lo que llamamos turismo laboral, para empleados de fábricas o empresas, y después sábados y domingos recibimos gente que quiere pasar unos días afuera pero sin llegar al centro. Lo que nos favorece es que estamos muy cerca de la autopista”, sostuvo. 

Si bien reconoció que “el comienzo fue bravo" porque muchos rosarinos estaban de vacaciones, se apalancan también en promos como forma de estimular la demanda: “Las promociones rigen durante la semana, que es cuando menos se mueve el hotel. El fin de semana casi siempre está lleno. Además, estamos en buscadores de alojamientos”. De hecho, para este fin de semana y el próximo feriado de Carnaval ya tienen la ocupación a tope. “Es un hotel muy lindo, rodeado de naturaleza y que está cerca de un polo gastronómico y de esparcimiento”, confió Perizzotti.