Firma metalúrgica invierte fuerte y proyecta nueva nave para 2026

La historia de CM Plegados es una de esas que combina herencia familiar, cultura del trabajo e impulso emprendedor. Fundada por Carlos y Mónica Ledroz, la empresa ubicada en Franck, provincia de Santa Fe, surgió como una escisión y expansión natural de la histórica Metalúrgica Ledroz, fundada por su padre, Antonio Celestino Ledroz, en 1969. Con más de medio siglo de trayectoria metalúrgica a sus espaldas, la familia hoy redobla su apuesta productiva con una fuerte inversión en tecnología y ya proyecta la construcción de una nueva nave para el año que viene.

La compañía acaba de concretar una compra estratégica de maquinaria de origen chino. Se trata de dos plegadoras de última generación y un láser de 3.000 watts, que permitirán duplicar la producción, mejorar la eficiencia energética y agilizar los tiempos de corte, con una velocidad hasta diez veces superior que los equipos actuales.

La inversión responde tanto a un incremento sostenido en la demanda de productos —que van desde elementos decorativos como paneles y portaespirales, hasta piezas metálicas para herrería— como a la necesidad de compensar la falta de mano de obra calificada con automatización.

"Queremos crecer sin perder eficiencia", explicó Carlos Ledroz, en diálogo con Punto biz. Al mismo tiempo, comentó que la expansión los llevará a incorporar nuevos empleados en el corto plazo, aunque admitió que últimamente se dificulta conseguir mano de obra calificada.

Además de abastecer a clientes dentro de la provincia de Santa Fe, la firma comercializa a través del canal online con distribución en todo el país. “La estrategia nos permitió sostener las ventas durante la pandemia, en su momento, y continuar con nuestra expansión. Con Metalúrgica Ledroz hemos llegado de Tierra del Fuego a La Quiaca y el objetivo con CM Plegados es replicarlo”, aseguró.

Nilda Renk, madre de Carlos y Mónica y compañera de vida de Antonio Ledroz, también dejó una huella profunda en el recorrido empresarial familiar. Con perfil bajo pero participación constante, administró durante años un pequeño taller de corte y plegado, experiencia que resultó clave en los orígenes de CM Plegados. Fue ella quien, en plena salida de la pandemia, facilitó la compra de las primeras máquinas y acompañó la apuesta inicial con capital propio, marcando el inicio de una nueva etapa de crecimiento para la empresa.

De cara al futuro inmediato, el próximo año construirán una nueva nave industrial en su predio actual. Según detalló, será de 35 metros de frente por 60 de fondo, con el objetivo de sumar área productiva e incorporar más equipamiento. “Hoy nos queda chico el espacio, queremos crecer para ofrecer servicios de mayor calidad a empresas exigentes, como las que fabrican maquinaria inoxidable en San Carlos”, anticipó.

La historia de esta empresa no puede separarse de la de Metalúrgica Ledroz, la compañía madre, especializada en arenado y reparación de equipos de transporte de carga, que supo adaptarse a las crisis y sobrevivir con creatividad. Allí, el legado de Antonio Ledroz —quien a sus 81 años aún forma parte— sigue vigente: “Nos enseñó a agachar la cabeza y a seguir adelante. El que no evoluciona, desaparece”, concluyó el hijo del fundador.