Éxodo silencioso: cambió la tendencia y estudiantes brasileños arman la valija

Lo que hasta hace poco era una postal común en las calles cercanas a las universidades rosarinas, sobre todo en el barrio Luis Agote en la zona de la Terminal de Ómnibus “Mariano Moreno”, con jóvenes hablando en portugués y buscando departamentos para alquilar, parece estar desvaneciéndose. Un número creciente de estudiantes brasileños está optando por armar las valijas y dejar la ciudad, marcando un cambio de tendencia significativo en el flujo migratorio estudiantil. Los motivos tienen que ver con que cambió la ecuación para quienes veían en Rosario un destino accesible y de calidad para su formación profesional.

La fuerte devaluación del real frente al peso argentino, sumada a una inflación persistente que impacta en el costo de vida, especialmente en los alquileres, son los principales factores que explican este fenómeno. A esto se suma la incertidumbre generada por los anuncios de un posible arancelamiento para estudiantes extranjeros y la obligatoriedad de contar con seguros médicos, medidas que encarecerían aún más su estadía en el país.

Pablo López, gerente de Celsus Argentina, empresa dedicada a brindar garantías de alquiler, confirmó esta tendencia preocupante. "Se está notando bastante y nosotros hemos tenido mucha gente que ha rescindido contratos, se ha vuelto a Brasil y bueno, han dejado el departamento en algunos casos hasta sin llegar a entregar la llave, porque bueno, hubo mucha fluctuación en los tipos de cambio". López también señaló que muchos contratos que estaban por concretarse se cancelaron tras los anuncios sobre aranceles y seguros médicos. "Nosotros trabajamos con muchas inmobiliarias y hemos sabido de muchas que han tenido gente que se ha ido, se ha vuelto a su país, porque las condiciones no lo favorecían".

El gerente de Celsus profundiza en los factores económicos que impulsaron esta decisión. "Primero fue por los índices, el ICL y la actualización del contrato cada 3-4 meses hacía que un acuerdo cerrado a principio de este año pase a estar en 4 meses de $200.000 a $400.000 casi, porque traía arrastrado toda la inflación del año anterior. Y después se sumó el tipo de cambio que fue valorizando la moneda argentina contra la brasilera y se suma esto del probable arancelamiento a los que vengan a estudiar de afuera".

El impacto en el mercado de alquileres es innegable. Diego Baidón, titular de Alucerto, otra empresa del sector, es contundente al afirmar que "la demanda de garantías de alquiler cayó un 50% este año". Baidón explicó que los estudiantes brasileños están buscando alternativas: "Se fueron a Paraguay o se volvieron a Brasil por aumento del costo de vida principalmente basado en alquileres y aumento de la universidad (los que iban a facultades privadas)".

Desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), Diego Ferrerya, de Diego Ferreyra Bienes Raíces, reconoció una menor afluencia de estudiantes brasileños en la última temporada universitaria. “La temporada universitaria incrementa la demanda, aunque este año se percibió una menor llegada de estudiantes brasileños debido a la diferencia cambiaria. En contraste, estudiantes de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe aumentaron su presencia en enero”. Esta observación sugiere un reacomodamiento en el mercado, con un mayor protagonismo de estudiantes de otras provincias argentinas.

En tanto, Andrés Gariboldi, titular de Dunod, otra inmobiliaria local, coincidió en la disminución del interés por parte de los estudiantes brasileños. “Hemos notado que bajaron mucho las consultas. El tipo de cambio le está jugando una mala pasada a los brasileños. No tenemos tantas suspensiones de contratos pero sí vemos que hay menos que llegan a Rosario”.

El "éxodo" de estudiantes brasileños de Rosario plantea interrogantes sobre el futuro del atractivo de la ciudad como polo educativo para jóvenes extranjeros. Si bien Argentina históricamente se ha destacado por ofrecer una educación universitaria accesible, los cambios económicos y las nuevas políticas podrían estar reconfigurando el mapa de la movilidad estudiantil en la región. La pérdida de esta importante comunidad no solo impacta en el mercado inmobiliario, sino también en la diversidad cultural y la vida universitaria de la ciudad.